Cómo aprovechar los sentimientos negativos

Cómo aprovechar los sentimientos negativos

Juan está muy triste. Los compañeros de trabajo han organizado una gran fiesta, pero no le han invitado. Nunca ha tenido demasiado buena relación con ellos, pero aun, después de estar toda la semana escuchando hablar de la fiesta, esperaba que se acordaran de él. Ahora está en su casa, mirando el reloj de la pared y pensando en lo bien que estarán pasándolo los demás sin él y en la poca importancia que le dan.

Marta es muy buena estudiante. La mejor de la clase. Bueno no, la mejor no, Ariadna es aun mejor. Es tan buena en matemáticas que el profesor de matemáticas la ha alabado públicamente. Marta ha fingido sonreír, pero odia esas alabanzas. Siente que ella las merece también.

cómo aprovechar los sentimientos negativos
Por: flickr.com/photos/sevlaordep/26686788226/

Tristeza y envidia. Dos sentimientos negativos.

Pero reflexionemos un momento. ¿Por qué se llaman sentimientos negativos?

Son negativos porque nos hacen sentir mal. Pero no son negativos porque sean malos para nosotros.

Seguramente lo has pensado alguna vez. ¿Por qué no es posible ser siempre feliz, sentirnos siempre bien? ¿para qué existe la tristeza? ¿para qué existe la envidia?

Si esos sentimientos llamados negativos no tuvieran una función, la evolución los habría hecho desaparecer. Es lo que hizo con el vello corporal (bueno, no en todas las personas) y con la cola que teníamos cuando éramos como monos. No sirven para nada y por tanto desaparecen.

La evolución es como un administrador un poco lento de reflejos. Cuando algo no sirve para nada, lo corta. Porque todo tiene un coste.

En este caso el coste es evidente. Estar triste o tener envidia consume tiempo y energía. Así que si la evolución lo ha mantenido tiene que ser por algo.

Mente de diamante y sentimientos negativos

Una de las cosas que más pueden perjudicar nuestra mente de diamante son los sentimientos negativos. Cuando retozamos en ellos, nos hacen infelices y además debilitan el rendimiento de nuestra mente. Por eso hay que encontrar la manera de reaccionar adecuadamente a ellos.

Sentimientos negativos, finalidad positiva

Todos los sentimientos tienen dos partes:

Una primera que ubicarnos en el mundo, transmitiéndonos una información y unas sensaciones. La información nos indica dónde estamos en el mundo. Y las sensaciones hacen que esa información sea relevante.

El sentimiento de tristeza hace que Juan reciba la información de que socialmente no es bien aceptado. Y la sensación de pena es una manera de hacer que Juan no pueda ignorar esa información.

Lo mismo ocurre con la envidia. La envidia hace que Marta reciba la información de que otra alumna la está superando. Y lo que siente en su cuerpo consigue que no pueda ignorar eso.

En esa primera parte, los sentimientos negativos sí parecen muy negativos.

La otra parte de los sentimientos es el comportamiento que desencadenan. Se habla de emoción que viene del latín “ex movere”, mover desde. La emoción es lo que hace que actuemos de una determinada forma.

Y ahí es donde podemos convertir los sentimientos negativos en comportamientos positivos. Precisamente para eso evolucionaron esos sentimientos. Para hacer que nos moviéramos. Para que reparemos algo que no funciona bien.

Si en lugar de usar los sentimientos negativos para cambiar nuestro comportamiento, nos quedamos quietos, seremos como aquel que se queda en la cama tapándose la cabeza con la almohada para no oír el despertador y se queja de lo molesto que es el sonido.

Juan puede usar su tristeza para darse cuenta de que necesita llevarse mejor con los compañeros del trabajo.

Marta puede usar su envidia para mejorar más aun su rendimiento académico.

Muchas veces se habla de envidia sana y envidia mala. Pero la diferencia entre ambas no es la ubicación en el mundo ( información más sensaciones) . La diferencia es el comportamiento que se genera.

Los sentimientos que llamamos negativos no son en realidad negativos. Son como una alarma o un aviso. Lo que es negativo no es ese sentimiento sino la realidad que nos descubren.

¿Es negativa la alarma que te avisa de que está entrando un ladrón en tu casa?

¿Es negativa la luz que te dice que te estás quedando sin gasolina?

No. Esos sentimientos no son negativos. Pero pueden transformarse en negativos si nos quedamos escuchando la alarma o mirando la luz.

Los llamados sentimientos negativos son negativos solo si tú permites que lo sean. Si olvidas que son un mensajero, una llamada de atención, una carta que nos llega y nos dice “Señor, señora, tiene usted que hacer algo ya”.

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