Castillos de arena.

Lo estamos perdiendo...
Lo estamos perdiendo…

Un castillo de arena

El otro día mientras estaba tranquilamente tumbado en la playa tomando el sol, vi a una niña pequeña que laboriosamente construía un castillo de arena. No es que fuera una gran obra de diseño, de esos que tienen torres elaboradas y escaleras giratorias. Sin embargo por la dedicación que ponía se veía que tenía mucho interés en él.

Al cabo de un rato una ola mucho más alta que las acostumbradas llegó y el castillo a duras penas aguantó el ataque. Poco después sin embargo al volver a llegar la ola, el castillo se vio superado. La siguiente ola vino enseguida y todo se vino abajo. Después llegó otra más y en muy poco tiempo el interior del castillo estaba lleno de agua y las murallas ya no eran más que unos montones de arena mojada.

La niña se quedó con los ojos fijos en lo que antes había sido el castillo, echando inútil y desorganizadamente más arena seca para intentar compensar el agua que había entrado. Aunque era una guerra claramente perdida, la niña siguió luchando durante un buen rato.

La vida está llena de castillos de arena

Es una sensación que he experimentado muchas veces últimamente. Veo a una persona en una situación que desde lejos me parece clara, y con una cierta benevolencia paternalista me compadezco de lo que le pasa, sólo para después darme cuenta de que eso mismo me pasa a mí en muchas otras cosas sin darme cuenta de ello.

¿Cuántas veces has estado trabajando mucho tiempo en un proyecto para encontrarte después con que algo lo hacía irrealizable? ¿Cuántas veces has luchado hasta la extenuación una guerra que estaba perdida?.  No tengo nada contra las guerras perdidas, siempre que sepas perfectamente que es una guerra perdida y a pesar de ello decidas lucharla.

Pero la mayoría de las veces simplemente te niegas a darte cuenta de que ya no se puede hacer nada. Hace falta ser valiente para darse cuenta de que ya no hay nada que puedas hacer para salvar ese castillo.

 

Tú no quieres tener ese castillo, tú quieres tener un castillo

El problema es que todos pensamos que hemos de luchar por lo que queremos y por lo que soñamos. Y es así. Pero lo que queremos no es el castillo de arena que hemos construido, sino un castillo de arena como el que hemos construido.

Ser consciente de eso puede ser muy útil. Si tu castillo está demasiado cerca de la orilla y la marea está subiendo, no hay medios a tu alcance que te permitan salvarlo. Pero si puedes simplemente dar por perdido ese castillo y construir otro igual donde el agua no vaya a llegar. ¿ Es eso una derrota o un paso atrás?.  Quizá sería más exacto interpretarlo como una mejora de la ubicación del castillo.

 

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10 comentarios en «Castillos de arena.»

  1. Me has dejado un buen rato pensando con tu última reflexión. Hay que aprender del castillo derribado y ponerse lo más rápido posible a levantar uno nuevo, pero esta vez con todos los sentidos puestos en él y a sabiendas de que puede volver a caer.

    Poco a poco me voy dando cuenta de que vivimos en una época en que pasamos mucho tiempo leyendo sobre los éxitos de los demás, soñando con poder llegar a ser un día como ellos, pero a la hora de la verdad son pocos los que se lanzan a conquistar su futuro mientras el resto permanecen quejándose de lo que no tienen.

    Y ya ves, un castillo de arena puede ser de muchas maneras y se puede ir mejorando sobre la marcha. ¡Todo el mundo puede construir el suyo!

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    • Para mí es importante Gorka ser capaz de aprender a descubrir dónde merece la pena seguir invirtiendo tiempo y dónde no. Y no considerar eso como un fracaso sino como una continuación de la misma intención por otros medios diferentes.
      Un saludo.

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  2. Muy cierto Ivan, los castillos se pueden destruir o tambien ser firmes, lo mismo que una casa, si no la construyes bien se derrumba, la automotivacion y el autoempuje nos ayuda a que no se caiga el castillo. La informacion siempre esta en nuestra mente, solo tenemos que crear que podemos hacerlo para crear un castillo que puede ser un castillo magico lleno de ideas creativas y magicas

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    • Se ha de creer para crear, y una vez creado se ha de usar toda la creatividad y la motivación para que nuestra propósito se logre, pero pensando bien cual es el camino adecuado para ello.

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  3. Comentabas en mi entrada http://tribunaavalon.blogspot.com.es/2013/07/cuestion-de-perspectiva-nada-mas.html
    “Yo creo que es una cuestión de eficacia contra eficiencia. El bicho podría hacer perfectamente la escalada. Sería muy eficiente en escalar la parte difícil de escalar, pero no sería nada eficaz, porque al escoger un camino inadecuado, es indiferente que lo camines de manera eficiente o no.”
    Tu criterio es la eficacia más que la eficiencia…
    Yo sin quitarte la razón, pongo el acento en la perspectiva, llegando casi a la misma conclusión que tú. Una perspectiva le permite al ser humano el valorar mejor la situación (en este caso la construcción de un castillo en la orilla es comparable a la construcción de barriadas en las torrenteras de los cauces de nuestros ríos de alubión, que son bastantes ejemplos los que hay).

    La lucha por causas perdidas -teniendo en cuenta que la consideración “causa perdida” es subjetiva- solo es cuestión de eficacia y de adaptación a las circunstancias, como la palmera se adapta con su flexibilidad al viento tormentoso, pues no hay causas perdidas, si no mal planteadas…
    Un saludo y buena reflexión.

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    • Es una referencia muy bien traída Alberto. En realidad yo creo que lo que tú llamas perspectiva es el presupuesto básico para lo que yo llamo eficacia. Al usar la perspectiva se descubre la mejor ruta de acción, lo que permite conseguir la eficacia.
      El ejemplo del castillo de arena nos permite ver lo que es eficiente sin ser eficaz. Si echamos arena para mantener el castillo que ya está condenado eso es eficiente como acción pero es totalmente ineficaz.
      un saludo.

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  4. Yo habría hecho lo mismo que la niña de la playa,de niña y de menos niña.
    Es un tema muy complicado y muy interesante.Me surgen muchas dudas y preguntas.
    ¿en qué punto podemos saber que una guerra está perdida?¿qué tenemos que sentir?
    Hace mucho tiempo inicié un proyecto con muchísima ilusión,trabajé en él a diario durante 3 años para al final darme de morros contra la pared.La ilusión me mantuvo al pie del cañón hasta el último momento,pero también supongo que si mi lucha hubiese durado sólo un año,el golpe habría sido menos duro.De esta experiencia saco varias conclusiones:
    -no fue tiempo perdido, fue tiempo vivido.
    -mientras hay ilusión hay lucha.
    -de entrada es mejor no tener una idea demasiado concreta acerca del castillo que vamos a construir,pq eso nos limita mucho los medios a utilizar.Quiero decir que hay que tener muy clara la estructura pero no tanto los detalles de los acabados de las torres.
    Otra cuestión es que la construcción del castillo no depende sólo de nosotros,influyen factores externos que nos desmontan lo que estamos construyendo y que a priori son factores que no tenemos en cuenta pero que pueden aparecer.Sería imposible tener en cuenta todos estos factores.
    Estoy totalmente de acuerdo en que cada uno tiene que construir el castillo que quiera,el castiilo de sus sueños.
    Me interesa mucho saber y que me expliques cómo descubrir cuando tenemos que seguir invirtiendo tiempo y cuando no? esa es la clave.

    Gracias y un saludo.

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    • Tienes razón Isara, la clave para encontrar el equilibrio entre la constancia y la sensatez de abandonar las guerras perdidas, es saber cuando se ha de abandonar. ¿Cómo se sabe?. Supongo que cuando te das cuenta de que has intentado todo y que estás intentando lo mismo otra vez. Un saludo.

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      • Sí,tienes toda la razón, cuando se nos agotan los recursos y empezamos a repetir los que no nos han funcionado bien…………no nos queda más remedio que tirar la toalla,pisotearla al mismo tiempo que nos arrancamos la cabellera 🙂
        Yo creo que tardo más tiempo de lo que podría ser razonable en encontrar ese equilibrio,tengo que ver la guerra muy perdida,pero que muy muy perdida.
        gracias,un saludo,

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