El único viaje que merece la pena: reflexión.

Foto para dar idea de movimiento y eventualmente de viaje
Foto para dar idea de movimiento y eventualmente de viaje

Hay tres tipos de viajes:

1) el que  nunca se hace

2) el que se hace y del que no se vuelve

3) el que se hace y del que se vuelve.

Todas las historias de héroes son del tercer tipo. Ir y volver al mismo lugar pero siendo alguien diferente. En algunas ese conocimiento adquirido se representa con un objeto. Pero todo objeto, en un cuento, es potencialmente el símbolo de un descubrimiento.

Las personas vulgares hacen viajes exteriores. Y se traen de recuerdo un plato, un muñeco, o el objeto típico de los mercaderes locales.

Las personas que no se resignan a ser vulgares, que por el hecho mismo de no resignarse, no son ya vulgares, pueden disfrutar de viajes exteriores, pero saben que el verdadero viaje es al lugar más lejano, que es el que está dentro de nosotros en el punto más distante de lo que creemos ser.

Si algún día, por azar o por desventura, llegas a hacer ese viaje, recuerda una cosa: vuelve. Vuelve  a ser quien eras, pero con los ojos tan abiertos que seas capaz de mirar lo invisible.

 

Antes del satori, cortar leña y acarrear agua;   después del satori, cortar leña y acarrear agua. Proverbio zen

Antes de la iluminación trabajar y responder mails; después de la iluminación trabajar y responder mails. Adaptación casera del proverbio zen. 

Y dirás, después de tanto viaje, ¿vuelvo a acabar en el mismo sitio? .

El sitio solo es el mismo si tú sigues siendo el que eras.

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