El ser humano es un anfibio.

Una rana, por tanto un anfibio. Muy verde, eso sí.
Una rana, por tanto un anfibio. Muy verde, eso sí.

 

Dicen que los gatos tienen siete vidas. No lo sé, a la mía de momento sólo le conozco una. Sin embargo los seres humanos si que somos capaces de tener mil vidas. Pero sobre todo tenemos dos vidas, la real y la imaginaria.

 El mundo real y el mundo de las representaciones.

Cuando empezamos a entender el lenguaje, cambiamos de categoría. Pasamos de ser animales capaces de percibir lo que tenemos alrededor, a ser animales capaces de imaginar situaciones en las que no estamos efectivamente.  Quizá con la imaginación seríamos capaces de hacer eso sin lenguaje, no lo sé. Pero lo que sí sé es que con el lenguaje es seguro que eso ocurre.

Con el lenguaje, con la representación audiovisual, con los dibujos, con las matemáticas, creamos mundos diferentes del mundo real. Mundos construidos sobre el mundo como capas en la excavación de la antigua Troya. Con esos mundos somos capaces de estar donde no estamos realmente.

Y el ser capaces de estar donde no estamos, de tener el don de la ubicuidad, al menos mentalmente, es por un lado una bendición y por otro lado una condena.

Es una bendición porque gracias a ello conseguimos muchas cosas. ¿ Cómo podríamos construir un edificio, si no fuéramos capaces de ir al futuro en el que ese edificio está construido e imaginar como será, e imaginar al mismo tiempo los problemas que ese edificio pueda plantear.

Es, por otro lado, una maldición, porque por causa de ello nuestro mundo ya no es uno sino dos. El mundo de lo real y el mundo de lo imaginado.  El mundo de lo imaginado es donde están las cosas que hacen al hombre diferente de todos los demás animales. Donde está el arte, el humor, la filosofía. Y sin embargo al mismo tiempo es el mundo en el que está todo lo que nos atormenta. El dolor de la pérdida o del rechazo, el miedo, la ansiedad.

El ser humano es un ser anfibio ( del griego “anfi”: dos y “bio” vida, capaz de vivir en el mundo que existe y en el mundo que imagina.

No todo ser humano claro. Hay seres humanos que son sólo mínimamente capaces de mirar el mundo de lo imaginado. Y hay seres humanos que están ( estamos) tan perdidos en el mundo de lo imaginado que como en una piscina profunda, nos cuenta hacer pie.

Disfrutar de la dualidad.

Es complicado convivir con nuestro carácter anfibio. Pero intuyo (estoy muy lejos de saberlo) que el secreto para hacerlo es distinguir claramente los momentos en los que vivimos en el mundo de lo imaginado y los momentos en los que vivimos en el mundo de lo real. 

Lo real es el presente, el aquí, el ahora. Lo imaginado son las proyecciones, lo que esperamos, lo que aprendemos del pasado.

Y la regla ha de ser vivir aquí y ahora y hacer, como propone en sus libros Eckart Tolle y hacer sólo ocasionales visitas al pasado ( para aprender de él) y al futuro ( para prepararlo).

Somos anfibios sí, pero hemos de saber cuando estar en el agua y cuando en la tierra, y ser anfibios felices.

 

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4 comentarios en «El ser humano es un anfibio.»

  1. A mi el que me jode es ese mundo imaginario que representa lo que harias en la vida real pero luego en el mundo real, por miedo, ansiedad, no lo haces….todo aquello que te gustaria hacer que no trasciende del mundo imaginario y se queda ahi, en tu cabeza, mientras la oportunidad pasa…Yo llevo tiempo esforzandome por que el mundo imaginario sea cada vez más real, y la verdad es que se siente uno mucho mejor, os lo recomiendo.

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    • Yo creo alita de pollo que la distancia entre lo imaginario y lo real produce una tensión, una tirantez que puede producir un gran malestar. A veces el malestar ayuda a que hagas las cosas, pero la mayor parte de las veces sólo sirve para estar mal. Un saludo.

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  2. Excelente Ivan y es muy cierto el contacto del aqui y el ahora, si la dualidad existe, existe desde el principio de ying-yang(lo bueno y lo malo), donde queda la dualidad, donde empieza el conocimiento, y donde termina el conocimiento, donde comienza la accion, aunque yo le llamo mas bien creatividad, la creatividad te hace libre, la accion, te hace crecer, pero para crecer primero tenemos que crear, despues de crear comienza la accion y luego se crea la dualidad, que puede ser buena o mala segun la actitud o perseverancia que tengamos sobre los objetivos que nos pongamos

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