Habla con los extraños

Vas en un autobús o en un tren, sentado sin hablar con nadie, y sin ninguna gana de hacerlo. Al final llegas por fin a tu destino. Sin embargo parece que podrías haberlo hecho más feliz si hubieras hablado con alguno de los otros viajeros.

En nueve experimentos separados  (Epley y Schroeder 2014) se pidió a los viajeros que hicieran su viaje de la forma habitual, que se sentaran solos, o que hablaran con otro viajero.

Aunque en principio el hablar con otro viajero parecía lo menos apetecible, curiosamente fue lo que más felicidad produjo. Y esto es especialmente importante en una parte de nuestra vida diaria que es de las más odiadas, el transporte entre el trabajo y casa.

En realidad no debería sorprendernos porque ya hemos visto muchas veces que cualquier tipo de contacto social nos hace sentirnos mejor. Somos animales sociales, hechos para relacionarnos con los demás, y comunicarnos nos hace felices.

Aunque quizá sea cierto lo de que no debes abrir la puerta a extraños, nada impide que hables con ellos.

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4 comentarios en «Habla con los extraños»

  1. Si en algo estoy convencido, es de lo que afirmas en el post…
    Lo realizo siempre que puedo, me da igual el viajero, su raza, edad, sexo ni siquiera el estado de limpieza corporal, (incluso ésta última fue motivo hilarante en el último viaje, cuando le ofrecí un perfume para hacer más agradable el encuentro, cuando le dije que no sabía si era yo o él y los dos nos perfumamos mutuamente) de todos he sacado enseñanzas muy apreciables. Me he dado cuenta que todos escondemos un filósofo en potencia.
    Una abrazo

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  2. Por mi trabajo me paso el día tratando con personas con las que estoy en una situacion intima unos 10 minutos aproximadamente ,frecuentemente hablamos, sinceramente le digo que la mayoria de las veces no me provoca ningún placer hablar con ellos.
    Me sucede tambien con las conversaciones de bar o en ciertas reuniones familiares, yo lo achaco a que más o menos son siempre conversaciones superficiales (sobre el tiempo pej) o sobre temas que para mi no son interesantes(futbol, cotilleos de telecinco)
    Si yo hago un viaje en autobus y alguien desconocido me intenta dar conversación me fastidiría el viaje.
    ¿Algún consejo para lidiar con ello? Prefiero mil veces antes estar en silencio que hablar de cosas que no me aportan nada.

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    • Las conversaciones superficiales tienen una función importante. Por ejemplo en el trabajo yo suelo hablar de fútbol. No sólo me entretiene, sino que me permite poder evitar silencios embarazosos.
      Sin embargo, lo ideal y lo que quizá podría solucionar tu problema, es hacer lo que dice Alberto en su comentario. Descubrir en cada persona lo que le hace especial y lo que le hace igual a ti.
      Te pondré un ejemplo:
      A mí no me gusta bucear. Y si alguien me habla de que bucea me parecería aburrido. Pero si llevo la conversación no al hecho de bucear sino a lo que esa persona siente cuando bucea, seguro que puedo encontrar puntos de encuentro. Quizá lo que siente cuando bucea es parecido a lo que siento yo a la hora de viajar, y al hablar de eso pueda conectar con la persona de una manera más íntima.

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