Manifiesto del egoísmo

el manifiesto del egoísmo
Por: flickr.com/photos/tommy_pariah/2464872519/

Manifiesto del egoísmo

No es que no lo hubiera sospechado antes. Pero la lectura del libro “How to Fail at Almost Everything and Still Win Big: Kind of the Story of My Life” de Scott Addams me ha recordado un tema que siempre ha planeado en mi mente. Todos somos egoístas, pero estamos tan condicionados por los mantras bienpensantes que nos hemos llegado a creer que no es así.

Pensamos que todo el mundo actúa con el bien de los demás en nuestra mente. Y por eso sistemáticamente nos seguimos sorprendiendo y enfadando cuando la conducta de los demás no se centra en nosotros como hubiéramos querido que fuera.

Pensamos que la envidia no debería existir y nos sentimos mal cuando la notamos dentro de nosotros.

Sin embargo para Scott Addams el ser egoísta es una necesidad cuando estás luchando por salir adelante, y el no serlo es solo la opción más adecuada cuando ya tienes todo lo que necesitas.  Según su teoría es el ser egoísta inicialmente lo que te permite llegar a una posición en la que puedes ayudar a los demás.

Para Scott Addams tu egoísmo ha de ir en círculos: tú, tu familia, tus amistades, tu comunidad local, tu país, el mundo. Porque si tú no estás bien, ¿cómo vas a hacer que tu familia se sienta bien?. Y si no eres capaz de mejorar algo en tu comunidad, cómo vas a mejorar algo en tu país?

El egoísmo y su ocultación sistemática.

No estoy diciendo que haya que confesar el egoísmo en todas las interacciones. Que haya que desnudar las relaciones sociales de toda ficción y presentar nuestra naturaleza en toda su crudeza. Yo creo que es una cuestión de mantener el adecuado equilibrio para no alejarnos de la realidad, ni acercarnos a lo que resulte incómodo.

En mi opinión, lo que ocurre es algo semejante a lo que ocurre con el sexo. Durante muchas épocas se ha ocultado nuestro deseo sexual y hasta se ha negado del todo. Pero por debajo de esa falsa apariencia de castidad, las personas seguían deseando el placer y buscándolo.

En los últimos años se ha admitido mucho más el deseo sexual. Y sin embargo aún hay momentos  en que se esconde lo que es más que evidente, que el sexo juega un papel fundamental en nuestra psicología. Y es necesario que se oculte, porque si no se hiciera, sería casi imposible mantener relaciones sociales normales. Sería demasiado incómodo, peligroso incluso.

Lo mismo ocurre con el egoísmo. No pretendo que todo se descubra. Solo pretendo que no se niegue de una manera sistemática, porque la negación es la que hace que las personas se sientan mal y extrañas por sentir algo que es normal que estén sintiendo.

 

El origen evolutivo del egoísmo.

 

En realidad no hay que buscar ningún origen al egoísmo como si fuera algo extraño que hubiera surgido en algún paso equivocado de la evolución. El egoísmo es lo que impera en la naturaleza de todos los seres. ¿Acaso has conocido un calamar que no sea egoísta? ¿Una flor que procure que el polen que se expanda sea el de la flor vecina?, ¿ una rata que desee que otra rata llegue al queso en lugar de ella?.

El egoísmo es el punto de partida. Es la superación del egoísmo lo que requiere una explicación. Lo que hace que los animales a veces no sean egoístas, es curiosamente un motivo egoísta: El deseo de que conseguir aumentar sus posibilidades de reproducción o de supervivencia ( la reproducción, que es el fin esencial de los genes,  incluye la supervivencia porque sin cierta supervivencia no hay posibilidad de reproducción).

Veamos uno de los ejemplos más claros de no egoísmo, el de las hormigas obreras. Hormigas que no tienen posibilidad de reproducirse, y sin embargo trabajan para la reina que es la que se reproduce. ¿Cuál es el motivo de que lo hagan?. Los genes. La íntima relación genética entre todas las hormigas de una colmena hace que la mejor táctica de una hormiga obrera para que sus genes pasen a las generaciones posteriores sea servir a la hormiga reina.

¿Ya no parecen tan buenas las hormigas obreras verdad?

Y en animales como los mamíferos, ¿por qué se busca el interés del grupo?.  El motivo es también egoísta. Las posibilidades de supervivencia de un primate aislado son mínimas respecto a animales más fuertes, por eso los animales más débiles se tienen que reunir en grupos más grandes que les sirven de apoyo.

 

¿Desaparece el egoísmo con la sociedad?

En absoluto. El egoísmo sigue latente. Al igual que el hombre primitivo que entra en un grupo social ha de aceptar no tener relaciones con las mujeres de otros miembros del grupo aunque las desee, de la misma manera ha de aceptar ocultar su egoísmo.

¿Es el egoísmo un problema?

 

El egoísmo no es ningún problema. El egoísmo es la fuerza que hace que una persona sea capaz de esforzarse para conseguir sus fines. Lo que es un problema es la negación del egoísmo que hace que millones de personas se sientan mal consigo mismas por hacerlo.

De alguna manera, el negar el egoísmo es el mismo error que está en la base del fracaso del comunismo.  Pensar que las personas son capaces de actuar en defensa del bien común con la misma energía que en defensa de su interés propio es absolutamente utópico.

No es que la sociedad actual no esté preparada. Es que ninguna sociedad lo va a estar jamás. Para que la prosperidad de una sociedad se base en el deseo de cada persona de que la sociedad como un todo mejore se necesita no un hombre más avanzado, sino un tipo de animal diferente que desde luego no sería humano.

El ser humano puede haber cambiado en muchas cosas a lo largo del tiempo. Pero los elementos esenciales de lo que nos hace humanos siguen ahí. Por eso es posible leer una obra de los tiempos de Roma y sentirse identificado con las pasiones de los personajes.

 

Metáfora de porqué es necesario ser egoísta.

Me ha gustado mucho una metáfora de Michael Hyatt explicando porqué es necesario poner tus intereses antes que los de ninguna otra persona.  Para él lo que ocurre es lo mismo que pasa cuando en un avión hay algún problema y caen sobre los asientos las máscaras de oxígeno. Las instrucciones son siempre de ponerte tu propia máscara antes de ayudar a nadie. Porque si no tienes tu propia máscara puesta lo más seguro es que te desmayes y no puedas ayudar a nadie.

 

No, no hablo de esta máscara
No es esta máscara  de la que hablo. Así es como se ve a los egoístas. Por: flickr.com/photos/noro8/8724763923/

 

 

Manifiesto del egoismo

Propongo simplemente que no se considere el egoísmo como un pecado, como una mancha en el expediente de una persona. Que no se obligue a la gente a ocultar su egoísmo como si fuera algo inaceptable.

Propongo , sobre todo, que creemos los mecanismos para aprovechar la fuerza de los egoísmos y conseguir que la suma de todos los egoísmos consiga ser buena para todos.  Quizá si todos empujamos hacia delante para conseguir nuestro interés, consigamos ir más lejos que si lo hiciéramos para un genérico e indeterminado bien de todos.

Quizá es muy difícil que alguien lo dé todo para una finalidad en la que su aportación puede influir muy poco, como es el bienestar general de la sociedad. Quizá es mucho más fácil que trabaje por su propio bienestar y que consigamos que ese esfuerzo mejore el bienestar de todos.

Quizá, en el fondo, ser egoísta no es tan malo.

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8 comentarios en «Manifiesto del egoísmo»

  1. Me ha gustado mucho el ejemplo de las mascarillas de oxigeno, si tú no estás bien (por no ser lo suficientemente egoista y dejar que los demás te toreen) jamás podras ayudar a nadie.¡ Primero tu oxigeno!

    Chu!

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  2. El problema es que “egoísmo” es una palabra cargada de valor. Podemos intentar lavar su imagen, pero es difícil. Que yo recuerde, Gordon Gekko en Wall Street habló bien de la avaricia y el egoísmo, pero es un personaje caricaturesco; Ayn Rand escribió un libro llamado ‘La virtud del egoísmo’ y es, que yo sepa, la única filósofa militante en favor del egoísmo sin tapujos.

    Creo que es una batalla perdida y quizá sea mejor hablar de “interés propio”, el término empleado por Adam Smith en ‘La riqueza de las naciones’, que es más neutro, no tiene tantas connotaciones morales y puede incluir –aunque no necesariamente ni en oposición– tanto a la persona individual como a las personas con las que tenga vínculos genéticos o de otro tipo.

    Excelente articulo aclaratorio de un concepto sencillo y obvio que pocos se atreven a reconocer y a reconocerse.

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    • Sí. Es triste abandonar conceptos solamente porque estén desprestigiados, como una perro viejo con demasiadas pulgas. Interés propio es más neutro, es cierto. Aunque por otro lado le falta el sabor a guerra perdida. Un saludo homo minimus.

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  3. El egoísmo forma parte de las herramientas primarias de supervivencia en el ser humano, de modo que son instrumento del niño como herramienta de supervivencia, que deberá ser modulado en la edad adulta.
    El comportamiento egoísta trasciende a la especie humana, la encontramos en el comportamiento de muchos animales y vegetales hasta extremos de crueldad difícil de imaginar…
    Las hormigas como las abejas, son sociedades de “delegación de tareas” que forman un cuerpo multicelular separado.
    El hombre mismo es también un organismo multicelular, pero en un solo cuerpo, los órganos especializados como las piernas sirven para desplazar el total (aparte de dar patadas) y de ese modo cada órgano tiene su función.
    No podemos decir que las hormigas obreras son buenas o malas, lo mismo que tampoco debemos calificar a las piernas de buenas o malas, los dos órganos son igualmente delegados a una función del único individuo, en un caso el ser humano y en el otro la colmena, los hace iguales el que una hormiga obrera separada de la colmena no sobrevive y la pierna separada del cuerpo, tampoco.
    La autonomía en la supervivencia es lo que marca si se es un individuo o un “miembro delegado”.
    Mis disculpas por la intromisión, pero tu muy interesante artículo es el culpable de mi inspiración, ergo tú eres el culpable 🙂
    Un Abrazo

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