Mismo viento, diferente rumbo

Un barco navega rumbo este, el otro rumbo oeste
Con el mismo viento que sopla
Son las velas y no el viento
Quienes nos dicen el rumbo.
 

Ella Wheeler Wilcox

Poeta Americana

Por:flickr.com/photos/keoni101/5775785465/

¿Eres feliz?

Si haces esa pregunta, la mayor parte de la gente pensará de inmediato en las cosas buenas y malas que hay en su vida. Si hay  más cosas buenas, dirán que son felices, y si hay más cosas malas dirán que son infelices.

Pero están equivocados.

Lo que determina tu felicidad no es lo que te ocurre. Lo que determina tu felicidad es cómo te enfrentas a lo que te ocurre. 

 

Un barco navega rumbo este, el otro rumbo oeste

 

Me gusta mucho la metáfora de la cita.  Las diferentes circunstancias llevan a unas personas a un lugar, y a otras al exactamente contrario.

Después de una infancia complicada y llena de miseria, algunos se convierten en delincuentes. Otros sin embargo, son capaces de usar el deseo de salir de esa situación como un motor que les lleva a triunfar.

¿Era distinto el viento?

No, eran distintas las velas que utilizaron.

Después de un desengaño amoroso, algunas personas se cierran y temen volver a conocer a nadie. Otras sin embargo, salen adelante, piensan en qué fallaron y vuelven a intentarlo con una persona más adecuada.

Puedes pasarte la vida mirando al cielo, suplicando que te envíe un viento que te haga la navegación hacia tu destino preferido más sencilla. O puedes mirar en la distancia, ver todos los barcos que con ese viento son capaces de dirigirse donde tú quieres ir, y decir “yo también voy a ser como ellos”.

Ya has pasado demasiado tiempo mirando el cielo. Ahora te toca pensar como has de colocar las velas.

 

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10 comentarios en «Mismo viento, diferente rumbo»

  1. En la vida hay momentos felices y no tan felices y es verdad que tendemos a responder que somos felices cuando llevamos una buena racha. Creo que la felicidad está en el “mientras” y no en el “cuando”. Disfruto mientras hago mi equipaje para ir a esa isla paradisiaca… Creo que no hay que pensar: Cuando llegue alli me tumbare en la playita al sol… Cuando llegue visitare tal sitio y tal otro…y tendemos a vivir asi, pensando en el ” cuando”
    Porque puede que cuando llegues a esa isla paradisiaca haya pasado el huracan Mitch y no quede ni playa ni ná!
    Así que mejor disfrutar el mientras…

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    • El cuando es el futuro. El mientras es el presente. En el futuro no existe nada. En el presente solo existe la felicidad. La preocupación está en el pasado. La ansiedad en el futuro. El presente es la felicidad en estado puro. Si sabemos prestarle atención, claro.

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  2. No puedo estar más de acuerdo, de hecho casi siempre utilizo la metáfora del barco cuando le explico a alguien por qué hay gente que logra sus objetivos y llega lejos en la vida y por qué hay gente que apenas sobrevive.

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      • Yo me mareo también pero la biodramina lo soliciona. El barco de mi vida a veces me marea mucho también y pierdo el rumbo porque voy sin velas. Pierdo o me cuesta encontrar la biodramina que no me maree, las velas , el timón…o no sé si a veces no quiero ni velas ni timón ni nada… Espero que en una de esas no venga una fuerte tempestad y me acabe ahogando…
        Hablo de los deseos que a veces hacen que mi viaje en vez de ser en barco sea más bien en una tipo patera..
        Positivismo a raudales en este comentario eh?

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  3. Hola Iván,

    Estaba buscando respuestas en la red a ciertos dilemas existenciales que a veces me hacen reflexionar demasiado tiempo, pero creo que llegué al post que me hizo sentir la tranquilidad que busco.

    Últimamente me había sentido algo abrumada y dejé de hacer muchas cosas que me apasionan por retener en mis pensamientos las cosas que probablemente me generan frustración, como el amor no correspondido, pero, reflexionando en lo que yo también hice mal y las circunstancias por las cuales las cosas no se dieron ,en vez de lastimarme me puse a pensar en las cosas que deseo cambiar en mí.

    Inclusive, esta metáfora del barco me dio la respuesta correcta. Siempre me digo a mí misma que debes dejar fluir las cosas en vez de retener el caudal del río, porque cuando te des cuenta que no pudiste aprehender en su inmensidad al río, esto te generará frustración y dolor. Sé que no es el momento idóneo ni las circunstancias son las mejores.

    Seguiré zurcando el mar con mis propias velas, unas que me acabo de construir para no dejar los sueños que siempre me he propuesto. Y al final del día, sé que mis metas serán alcanzadas y que mejor, me sentiré cuando las haya obtenido 🙂

    Muchas gracias por tus relfexiones!

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