Muchas veces se habla del infierno. Del infierno de los demonios, del que está en otro mundo.
Pero hay otro infierno. El infierno de esta tierra. El infierno que a veces generamos para los demás o los demás nos generan a nosotros.
Jean Paul Sastre dijo “el infierno son los otros”
Italo Calvino, en su libro “las ciudades invisibles” no se contenta con decirlo, sino que nos da una solución.
“El infierno de los vivos no es algo que será: existe ya aquí y es el que habitamos todos los días, el que formamos estando juntos.
Dos formas hay de no sufrirlo.
La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y convertirse en parte de él hasta el punto de dejar de verlo ya. La segunda es arriesgada y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacerlo durar y darle espacio.”