En ocasiones se dice que la persona que tiene pone menos interés en su pareja es la que tiene la sartén por el mango.
Pero, ¿ es eso realmente así?
Una pareja es una negociación constante.
Por más que muchas películas nos quieran convencer de lo contrario, una pareja es una relación entre seres humanos. Y como tal relación implica una constante lucha de poder, límites y renuncias.
Nos guste o no, una pareja es una negociación. Una de las partes da algo y recibe algo a cambio. Con la especialidad de que lo que se da y lo que se recibe va cambiando día a día. Y cuando las parejas se rompen, normalmente es porque una de las partes da menos de lo que daba antes, o pretende recibir más de lo que recibía.
Ignorar que la pareja es una negociación constante tiene consecuencias desastrosas. Ignorar eso hace casi seguro que termines en una relación en la que no estás contento, o que la relación se acabe. Es como si fueras a buscar trabajo y no supieras que tu jefe quiere conseguir que trabajes lo máximo al precio más barato posible. Acabarías o despedido, o trabajando como un burro por cuatro monedas.
Lo que no deberías ignorar sobre el poder en la pareja.
Siendo la pareja una negociación constante, ¿cómo puedes conseguir tener la mejor situación posible en esa negociación?
En la negociación empresarial, se suele decir que la posición más fuerte para negociar la tiene la persona con la Mejor Alternativa Posible ( MAP). Si yo por ejemplo soy la única persona que quiere comprar un local en una calle, y en esa calle hay dos locales iguales en venta, mi posición será muy fuerte, porque en la negociación con cualquiera de los dos dueños, mi mejor alternativa posible es el local de al lado. La posición de los propietarios es más difícil porque no hay nadie más que tenga interés.
Pero además de eso hay otro elemento que es importante. es la capacidad de renunciar a todas las alternativas. Si uno de los dueños de los locales del ejemplo anterior, está acuciado por las deudas, y el otro es millonario, la posición del deudor es mucho más débil que la del millonario.
Traslademos eso al amor. En el amor la persona con la posición mejor es aquella que tiene:
1) Más y mejores alternativas. De hecho lo importante no es tanto que las personas alternativas sean muchas, como que alguna de ellas sea equiparable a la persona actual. Dentro de las alternativas no solo hay que incluir las que tiene alguien en el presente, sino las que esa persona cree que podría tener. Por ejemplo una chica muy atractiva puede que en ese momento no conozca a nadie , pero sabe que en cuando salga un par de días a la calle, le surgirán nuevas posibilidades.
2) La capacidad de renunciar a todas las alternativas. Hay personas que no sirven para estar solas. Y hay personas que serían capaces de pasarse meses sin tener contacto con nadie. Cuanto más capaz seas de no estar en una relación más fuerte será tu posición.
Por eso mi consejo para que tu posición de negociación en la relación sea lo mejor posible, es doble:
1) Mantente lo más atractivo posible, de manera que sepas que tendrías mercado si lo necesitaras.
2) Acostúmbrate a ser capaz de pasar tiempo sin nadie. Si te sientes cómodo estando solo, sentirás mucho menos miedo a lo que pueda pasar.
No viene mal recordar que en la pareja, como en la vida, nos encontramos muchas veces con situaciones en las que toca negociar. Pero supongo que todos estamos de acuerdo que para que una pareja funcione hace falta algo más. Están muy bien tus trucos y son muy prácticos (se nota que quien escribe es hombre) pero vamos a añadir algún otro ingrediente.
Negociaremos mejor si sabemos comunicarnos ( obvio, sí, lo sé). Pero la pareja son dos. Y encima son dos que comunican, que expresan de manera distinta. Los hombres ( por lo general) de modo directo y práctico. Y nosotras ( también por lo general) tendemos a hablar demasiado y pretendemos que leáis entre líneas lo que muchos no sabéis leer ( o no queréis leer, lo dejo a tu elección). Por tanto, es esencial entender al otro. Ponerse en su lugar ( sí, obvio también, pero se nos suele olvidar). Y hablar. Ni mucho ( para no aburrir) ni poco ( para no dejar al otro elucubrando). Hablar lo justo y necesario. De esa manera creo que se pueden evitan negociaciones innecesarias. Y si a todo esto le ponemos un poquito de amor, mejor que mejor. Vale, sexo también ( pero eso está hecho si funciona todo lo demás)
Nadie dijo que fuera fácil…Solamente hay que esforzarse un poquito…
Solo de leerlo ya me estoy estresando jajaja. No es fácil. Es posible, pero sí es cierto que cuesta mucho y según los momentos más aún.
¿Por qué sale ese anuncio si pincho mi “fácil” y tu “cómodo”? ¿Son tus nuevos patrocinadores o qué? 😉
EStoy haciendo una prueba con anuncios a ver si merece la pena.
Y sabes qué te digo. Lo acabo de mirar, y no, no merece la pena, así que al carajo.
Supongo que a todos nos sucede que cuando nos enfadamos creemos que podemos encontrar alguien mejor, pero más alla de eso, plantear de una manera tan objetiva lo que es una relación de pareja creo que sería muy atrevido. En este caso discrepo amigo Ivan, considero muchisimo más compleja una relación de pareja que una negociación.
Bueno no es que yo diga que una relación es una negociación. Yo digo que es TAMBIÉN una negociación. Un saludo Minimo y gracias por comentar.
Aprender a vivir solo con uno mismo y sentirse pleno igual es un gran desafío, pero me parece la única forma de crecer y madurar…
Recién cuando estamos bien con nosotros mismos, podemos encarar estar bien con otros…
Hola Iván
Esta entrada me ha recordado un de esas citas duras; de Dostoievski : “…para la mayoría la amistad se basa en la humillación. ”
Es una cita. No es una verdad categórica. En toda relación de amistad o amor siempre hay una de las partes que se somete más que la otra.