En su charla de TED.com llamada “Love no matter what (Ama a pesar de todo)”  Andrew Salomon expone una interesante teoría sobre las cosas que nos hacen diferentes de los demás.

Para él hay dos tipos de identidades que diferencian a unas personas de otras.

Hay identidades verticales, que son aquellas que pasan de padres a hijos. Por ejemplo la raza, la nacionalidad, la religión, la lengua.

Y hay identidades horizontales, que son las que no pasan de padres a hijos sino que aparecen de pronto en la familia. Por ejemplo la homosexualidad, la sordomudez, el enanismo, el síndrome de down.

Aceptación en las identidades horizontales y verticales.

Para Salomon hay tres niveles de aceptación: La aceptación individual, la aceptación familiar y la aceptación de toda la sociedad.

Aunque la aceptación social pueda ser complicada tanto para identidades verticales como horizontales, la aceptación familiar es mucho más complicada en el caso de identidades horizontales.  Los padres no tienen las mismas circunstancias que los hijos, así que es más complicado que acepten esa identidad.

Puede que sea igualmente difícil en la sociedad ser por ejemplo negro o gay. Pero mientras que para los padres de un niño negro, el niño es exactamente lo que esperaban,  para los padres de un hijo gay el hijo es diferente. Así que la aceptación será más complicada. Una cosa es el amor de los padres por el hijo, que es incondicional, y otra la aceptación, que lleva un tiempo. La primera reacción de los padres ante un niño diferente a ellos es transformarlo para convertirlo en “normal”.

La aceptación en el caso de las personas con identidades verticales ocurre frecuentemente por los iguales. El sordomudo se integra en una cultura de sordomudos en que se le acepta como uno más, el que tiene síndrome de down es también fácilmente aceptado entre los que padecen este síntoma. Y desde esa aceptación, es más fácil el crecimiento.

El problema de vivir dentro del armario.

He de confesar que soy heterosexual y que quitando algún amigo gay, no tengo un gran conocimiento del mundo homosexual. Así que ruego que si alguno de los lectores del blog tiene una opinión contraria a la mía, me la haga saber en los comentarios. Lo que sí conozco, es el sufrimiento de muchas personas que son homosexuales sin que nadie lo sepa,  y que viven en un entorno totalmente heterosexual.

Es cierto que hay que evitar la creación de “guetos”. Que todos nos hemos de relacionar con todos. Pero también es verdad que es mucho más fácil que una persona homosexual se sienta aceptado desde el principio en un entorno homosexual.  Una vez que haya recibido esa aceptación de sus iguales, será más fácil que se acepte a sí mismo, y que le dé tiempo a su familia para aceptarle también. Y con esa confianza, siempre será más fácil ser aceptado por la sociedad en su conjunto.