¿Cuántas veces te has preocupado por algo pequeño?
¿Cuántas veces has discutido por un asunto que no tenía importancia?
¿Cuántas veces has lamentado algo que con el paso del tiempo se ha revelado como irrelevante?
Cuando miramos los hechos desde nuestras emociones ardiendo, lo más pequeño nos puede hacer sentir extremadamente infelices. Una palabra inadecuada de la persona que quieres, un roce en el coche, una pequeña decepción, nos pueden hundir el estado de ánimo.
Una cosa pequeña puede causar una gran sombra.
No son cosas importantes. Pero en ese momento, nos lo parecen. Es la intensidad de nuestras propias emociones la que actúa como un sol brillante que da al suceso una sombra intensa y oscura.
Mirando desde esas emociones, jamás conseguiremos dejar de darle importancia. Son nuestras propias emociones las que crean la sombra.
Necesitamos alejarnos. Moderar por unos instantes el fuego de nuestros sentimientos y entonces sí, mirar de nuevo.
Entonces descubriremos que la sombra no era para tanto.
Que razón tienes! Pero es complicadísimo … Aunque imagino que dependerá también del carácter de cada uno. Hay un libro ” No te ahogues en un vaso de agua” que va del control de las emociones en ese sentido. La próxima vez que me pongan una multa , en lugar de amargarme el día y acordarme de toda la familia del urbano.. Contaré hasta tres, respiraré hondo y le diré: “muchas gracias señor agente por mantener el orden en la ciudad; que tenga usted un buen día… ”
Xoxo.
Pilar On board
Tampoco hay que pasarse. A ver si te van a detener por cachondeo jajaja.