Las teorías de los rasgos de la personalidad
Las teorías de los rasgos de la personalidad llevan mucho tiempo intentando determinar cuántos rasgos existen. La lista de Gordon Allport incluía 4.000 rasgos de personalidad, mientras que la de Raymond Cattell tenía 16 factores de personalidad y la de Hans Eysenck ofrecía una teoría de tres factores.
Muchos investigadores han considerado que la teoría de Cattell era demasiado complicada (por no hablar de la de Allport) y la de Eysenck tenía un alcance demasiado limitado. Como resultado, surgió la idea de los 5 grandes rasgos de personalidad.
Los cinco rasgos básicos de la personalidad es una teoría desarrollada en 1949 por D. W. Fiske y posteriormente ampliada por otros investigadores como Norman (1967), Smith (1967), Goldberg (1981) y McCrae y Costa (1987).
Los 5 grandes rasgos de la personalidad
Los rasgos de la personalidad no son binarios, como algo que tienes o no tienes. Son un espectro que va desde el nivel más bajo hasta el más alto. Y todos estamos en algún punto de ese espectro.
Extraversión
La extraversión se caracteriza por una preferencia por la interacción social y la estimulación. Las personas que son altas en extraversión tienden a ser más sociables, tener más dotes para hablar y más asertivas que aquellas que son bajas en extraversión. También buscan con más frecuencia las situaciones sociales y disfrutar de estar en compañía de otras personas.
La extraversión no es una cosa buena o mala. Simplemente es una preferencia. Algunas personas pueden disfrutar estar rodeadas de otras personas todo el tiempo, mientras que otras pueden preferir pasar más tiempo solas.
Si eres una persona con un nivel alto de extraversión, es posible que desees considerar carreras que impliquen trabajar con otras personas o que proporcionen oportunidades para la interacción social. Los ejemplos de tales carreras incluyen la enseñanza, las ventas, el marketing, el servicio al cliente y los recursos humanos. Si eres una persona con un nivel bajo de extraversión, es posible que desees considerar carreras que impliquen un trabajo más solitario o que proporcionen oportunidades para la reflexión tranquila. Los ejemplos de tales carreras incluyen la escritura, la edición, la contabilidad y la investigación.
No importa en qué parte del espectro de la extraversión te encuentres. Lo importante es encontrar un trabajo que se adapte a tu tipo de personalidad y te permita hacer lo que te gusta.
Igualmente en el ocio, tu nivel de extraversión determinará si prefieres hacer cosas con más gente o actividades más solitarias.
Neuroticismo
Las personas con mucho neuroticismo tienden a ser inestables emocionalmente, ansiosas y reactivas. Pueden tener dificultades para lidiar con el estrés y tienden a preocuparse mucho. Son más propensas a experimentar emociones negativas como la ira, la ansiedad y la depresión. También pueden estar más expuestos a problemas de salud física como enfermedades del corazón y problemas gastrointestinales.
Apertura a la experiencia
Una de las cinco grandes rasgos de personalidad es la apertura a la experiencia. Las personas que son abiertas a la experiencia son curiosas, imaginativas y sensibles. Tienden a ser más conscientes de sus sentimientos y pueden estar más interesadas en el arte, la música y la literatura. También pueden cuestionar más a la autoridad y desafiar las ideas y valores tradicionales. Tienden a preocuparse menos por el dinero y el estatus y más por el desarrollo y el crecimiento personal.
Consciencia
Las personas conscientes son fiables, organizadas y eficientes. Les gusta planificar y suelen ser buenas para mantener un horario. Por lo general, son buenas para prestar atención a los detalles.
Las personas con altos niveles de conciencia suelen tener éxito en la escuela y en su carrera. A menudo se les describe como trabajadoras y ambiciosas. Tienden a ser mejores para seguir una dieta o una rutina de ejercicios, y son menos propensas a fumar o abusar de las drogas.
Las personas con bajos niveles de conciencia pueden tener dificultades en la escuela o en su carrera. Pueden tener problemas para seguir rutinas o cumplir con plazos. Pueden procrastinar más y pueden tomar decisiones impulsivas.
Algunos estudios han sugerido que las personas con mayor nivel de conciencia viven más tiempo, en promedio, que las personas con menor nivel de conciencia. Esto puede ser porque las personas conscientes suelen cuidar de su salud y tomar decisiones de estilo de vida que promueven la longevidad.
Afabilidad
Uno de los 5 grandes rasgos de la personalidad es la afabilidad. Refleja cómo nos relacionamos con los demás. Se compone de dos subrasgos: calidez y amabilidad (a veces llamado afiliativo), y compasión y preocupación por los demás (a veces llamado empático).
La afabilidad es un rasgo básico de la personalidad que refleja cómo nos relacionamos con los demás. Se compone de dos subrasgos: calidez y amabilidad (a veces llamado afiliativo), y compasión y preocupación por los demás (a veces llamado empático).
Las personas con un alto grado de afabilidad tienden a ser más confiadas, más altruistas, a perdonar más los errores, a ser más sensibles a las emociones de los demás y a cooperar más con ellos. Suelen ser consideradas como cálidas, amables y compasivas.
Por el contrario, las personas con un nivel bajo de simpatía pueden ser consideradas frías, distantes y poco cooperativas. Pueden estar más interesadas en la competición que en la cooperación, y pueden desconfiar de los motivos de los demás.
La afabilidad suele considerarse un rasgo positivo y, por lo general, se asocia con una mejor salud mental y bienestar. Sin embargo, ser demasiado afable tiene algunas desventajas. Las personas que son muy afables pueden tener dificultades para hacerse valer y los demás pueden aprovecharse de ellas. También pueden tener dificultades para decir que no a la gente o a las peticiones.
¿Se pueden cambiar los 5 grandes rasgos de la personalidad?
Diversas investigaciones anteriores han demostrado que la mayoría de la gente quiere cambiar los rasgos de su personalidad. Pero, ¿puede la gente cambiar realmente su personalidad sólo porque lo desea? Para responder a esta pregunta, en el año 2015 se realizaron dos experimentos de 16 semanas. En ambos estudios, las personas que expresaron sus objetivos de mejorar cualquier rasgo de personalidad de los Cinco Grandes tendieron a experimentar aumentos reales en sus autoinformes de ese rasgo, así como en el comportamiento diario relativo a ese rasgo, durante las 16 semanas siguientes.
Además, se probaron dos intervenciones aleatorias diseñadas para ayudar a los participantes a conseguir los cambios de rasgos deseados. Aunque una de las intervenciones fue ineficaz, una segunda intervención que entrenó a los participantes para generar intenciones de implementación catalizó su capacidad para lograr cambios en los rasgos.