En una reciente investigación se ha descubierto que nos interesan más los personajes malos.
En Netflix la mayor parte de las series más vistas tienen personajes inmorales y cuanta más inmoralidad más horas de visionado.
Además la gente tiene más interés en descubrir las motivaciones y buscar explicaciones respecto a personajes inmorales que a personajes morales. Esto demuestra que sentimos interés por los personajes que se salen de la norma, que es, al menos en la superficie, un comportamiento moral.
Quizá la explicación es que los personajes inmorales son peligrosos y todo lo que es peligroso atrae más nuestra atención por una cuestión evolutiva porque es importante estar siempre pendiente de lo que puede resultar un peligro.