“Mientras la calidad del conflicto cambia según pasas de un nivel a otro, la cantidad del conflicto en la vida es constante”. McKee. Story
Es algo que no vemos en las películas.
El héroe acaba con la chica en el Caribe. Disfruta al mismo tiempo de la compañía, el sol, la playa. una caipirinha, el triunfo y la sensación de que la historia ya se ha acabado. Ya no habrá más problemas. La pantalla se pone negra y aparecen los títulos de crédito, mientras algunos espectadores se levantan.
Y nos vamos del cine imaginando que el héroe descansa para siempre libre de problemas en el paraíso.
El paraíso absoluto es para los muertos.
Sé que sueñas con ese paraíso. Yo también sueño con él. Pero la realidad es que no existe. Al día siguiente de estar en la gloria, el héroe se da cuenta de que la langosta de la cena le ha dejado el estómago un poco tocado. La chica descubre que la humedad le riza el pelo y se queja amargamente de que el secador no funciona bien. Además ha entrado un mosquito en la habitación que no les deja dormir.
Eres super Mario.
Una vez en un bar, vi a un chico vestido de super Mario. No eran carnavales y aunque el chaval era simpático y hasta parece que tuvo cierto éxito con las chicas, resultaba totalmente ridículo. No, vas disfrazado de Super Mario. Pero en un sentido distinto, sí lo eres.
En cada pantalla Super Mario empieza una lucha. Lucha por llegar a lo más alto de la pantalla, por eliminar a enemigos, por conseguir caramelos de colores. Parece que cuando consiga su objetivo, todo habrá acabado.
Pero nunca acaba. Después de una pantalla, viene otra pantalla y luego otra más. Cuanto más poder acumula Super Mario, cuantos más objetivos consigue, más complicadas son las pantallas que vienen a continuación.
Los enemigos cambian, pero hay una cosa que se mantiene constante: El conflicto.
El conflicto sin fin.
Podría haber escogido algún otro juego. De hecho nunca he sido muy fan de Super Mario ( ni cuando todavía no era Super). Pero si he escogido Super Mario, es por la inmensa cantidad de juegos de los que es protagonista.
Cuando acabas el juego, Super Mario parece triunfar definitivamente. Pero es un espejismo. Al poco tiempo, Super Mario vuelve a estar en una nueva aventura, vuelve a tener conflictos.
El conflicto es la vida.
Decía John Lennon que la vida es aquello que pasa mientras haces otros planes.
Parece como si los problemas fueran una cosa y la vida otra. Como si los problemas fueran algo que nos impide vivir la vida, un obstáculo, una sobra, una especie de prólogo que nos queremos saltar para empezar a leer la vida de verdad.
Pero no es así. Los problemas son la vida.
La vida está hecha de conflictos, la vida es conflicto.
No puedes esperar a que se acaben los problemas, porque los problemas nunca se van a acabar.
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Como la energía, los problemas no desaparecen, se transforman. Pasan de ser problemas de un tipo a problemas de otro tipo.
Suena a mala noticia. Pero no lo es. Siempre van a existir problemas. Pero eso no tiene por qué impedirte ser feliz. ¿Cómo? Eso como decía Michael Ende, es otra historia y será contada en otra ocasión.