¿Quién no ha tenido que hacer una exposición y se ha asustado pensando en cómo hacerla?
No sufras más por eso. En su libro Presentaciones Memorables, Luke Jones nos cuenta cómo hacer que una presentación quede para siempre en la memoria de los asistentes.
¿Qué tiene que tener una presentación memorable?
Para Luke Jones, hay pocas presentaciones que sean memorables. Para que la tuya lo sea, considera los tres elementos esenciales de una presentación memorable:
- Un contenido interesante que atraiga la atención del público.
- Un diseño cuidado
- Una exposición impactante
Veamos cómo trabajar cada elemento según Luke Jones.
1. El contenido
Lo primero es saber cuál es el mensaje que se quiere dar. Para ello hay que investigar, tanto el tema, como al público que ha de recibirlo.
El mensaje tiene que ser conciso, claro, divertido e impactante.
Y relacionada con el mensaje tiene que haber una historia, un relato que cuentes. A ser posible será personal, pero en todo caso ha de ser impactante.
2. El diseño
Ha de ser un diseño sencillo y memorable que considere los pensamientos y las emociones del público y que permita llegar a él.
Se tiene que trabajar la estructura, que es el orden de las partes. Las frases esenciales se pueden memorizar.
¿Cómo iniciar una charla? Hay varias formas:
- Con una historia, que permite conectar con las emociones del público.
- Con una pregunta, que abre la mente para considerar nuevas visiones.
- También se puede empezar con una cita, con una estadística, con una fotografía o con un objeto.
Si se usan estadísticas, hay que hacerlo atribuyéndoles un significado, con comparaciones o con alguna historia que las ilustre.
Se puede usar un número de diapositivas adecuado al tema. En caso de hacerlo tener en cuenta esto:
- No poner en cada una más de tres frases de 15 palabras.
- prestar atención a las fuentes y al color. Pueden mandar mensajes inadecuados.
- El tamaño del texto ha de hacer cómoda la lectura.
- Las imágenes tienen que ser de buena calidad y no habituales.
- Puede ser interesante usar animaciones.
Una alternativa a las diapositivas es una pizarra para hacer dibujos sencillos.
3. La exposición
Tiene que ser impactante. Y eso exige en el orador confianza, capacidad de conectar con el público y manejar los movimientos.
El estilo del orador ha de ser original, adecuado a su personalidad.
Hay que vigilar el tiempo. Se ha de acabar antes de que acabe el interés y prepararse para hacer la presentación en un tiempo inferior ( para poder atender preguntas o circunstancias que se planteen), cronometrando cada etapa si es necesario.
El control de la energía del orador implica controlar el ritmo, el tono de la voz y la empatía con la audiencia.
Hay que pensar en la impresión que se quiere dejar. ¿Qué se llevará el público a casa? Si se pueden usar los cinco sentidos, mejor todavía.
La publicidad
También hay que pensar cómo conseguir que la presentación llegue al mayor número de personas posible.
Antes de realizar la presentación, conviene invitar a contactos, publicitarlo en redes sociales, y crear curiosidad.
Después de realizar la presentación, conviene dar difusión en la red.
Este es el libro Presentaciones Memorables. En él se cuentan todos estos consejos y muchos más. Totalmente recomendable si te interesa hablar en público. Y debería interesarte hablar en público, seguro que en un momento u otro, tendrás que hacerlo.