¿Se puede predecir la atracción entre dos personas?
Los sitios web de citas a menudo afirman que la atracción entre dos personas puede predecirse por una correcta combinación de rasgos y preferencias, pero un nuevo estudio arroja dudas sobre esa afirmación.
El estudio, que usó datos de citas rápidas, encontró que una computadora podría predecir quién es deseable y cuánto alguien desearía a los demás – quién es atractivo y quién no – pero no podría desentrañar el misterio del deseo único para una persona específica.
Es decir, se puede saber quién es atractivo en general pero no quién es atractivo para una determinada persona.
Atracción en particular
“La atracción para una persona en particular puede ser difícil o imposible de predecir antes de que dos personas se conozcan”, dijo Samantha Joel, profesora de psicología de la Universidad de Utah. “Una relación es más que la suma de sus partes, hay una experiencia conjunta que sucede cuando se conoce a alguien que no se puede predecir de antemano”.
El estudio, “¿Es el deseo romántico previsible? Aprendizaje de máquina aplicado a la atracción romántica inicial”, fue publicado en la web por la revista Psychological Science.
Los investigadores utilizaron datos de dos muestras de citas rápidas, cuyos participantes cumplimentaron cuestionarios sobre más de 100 rasgos y preferencias para después tener citas de cuatro minutos. Posteriormente, los participantes evaluaron sus interacciones, indicando el nivel de interés y atracción sexual respecto a cada persona que conocieron.
Joel y sus colegas usaron un algoritmo de aprendizaje de máquina de vanguardia para comprobar si era posible predecir el deseo romántico único basado en las respuestas del cuestionario de los participantes y antes de que los individuos se reunieran.
La respuesta fue no. Fue posible predecir la tendencia general pero no que dos personas se sintieran atraídas la una por la otra.
“Encontramos que no podemos anticipar cuánto dos individuos se desearán en un contexto de speed-dating con un nivel significativo de precisión”, dijo Joel. “Pensé que con más de 100 predictores, seríamos capaces de predecir al menos alguna porción de la variación. No esperaba que encontraríamos cero”.
“Sería genial” – dijo Joel “si la gente fuera capaz de eludir la molestia y la angustia del proceso de citas mediante la introducción de información en una computadora y tener que producir el alma gemela perfecta.”
“Tratamos de hacerlo y no pudimos hacerlo”, dijo Joel. “Las citas pueden ser difíciles y provocar ansiedad, así que hay mercado para un atajo ¿Qué pasa si no tienes que besar a todas las ranas ¿Qué pasa si puedes saltar a la parte donde haces clic con alguien? Pero nuestros datos sugieren que, al menos con las herramientas que actualmente tenemos disponibles, no hay una solución fácil para encontrar el amor “.
Mientras que los sitios de citas en línea proporcionan un servicio valioso al estrechar el campo y la identificación potenciales perspectivas románticas, “no permiten evitar el proceso de tener que conocer físicamente a alguien para averiguar cómo te sientes acerca de ellos”, dijo Joel.
La conclusión es que la ciencia de la relación todavía tiene un largo camino por recorrer para descifrar la atracción romántica y lo que hace que dos personas en particular hagan clic, dijo el coautor Eastwick.
“Puede ser que nunca lo descubramos, que sea una propiedad que nunca podamos obtener porque simplemente no es predecible”, dijo Eastwick. “El deseo romántico puede ser más bien como un terremoto, involucrando un proceso dinámico y caótico, que una reacción química que implica la combinación correcta de rasgos y preferencias”.
¿Es una mala noticia o una buena noticia la que resulta de este estudio? Personalmente considero que sería muy artificial y triste que un ordenador decidiera qué persona es la adecuada para nosotros.
O quizá estoy equivocado, y tendría muchas ventajas.
En todo caso parece que de momento, ni siquiera con los ordenadores más potentes es posible.
Fuentes:
https://unews.utah.edu/a-magic-formula-to-predict-attraction-is-more-elusive-than-ever/ http://dx.doi.org/10.1177/0956