“Un sueño es un deseo que formula tu corazón” Walt Disney.
No me gusta demasiado la palabra sueño. Es blanda. Uno se imagina a alguien en pijama, zapatillas de andar por casa y un gorro acabado en bola corriendo por una nube dando saltos pequeños y ridículos.
Me he parado a pensar porqué no me gusta esa palabra. Y se me han ocurrido seis razones por las que no me gusta la palabra sueño. Seis razones por las que no quiero cumplir mis sueños.
- Los sueños son involuntarios.
Uno no elige lo que sueña. El otro día soñé que se me caía un implante dental. Al despertarme me pasé la lengua y descubrí con gozo que el implante seguía ahí. Pero eso es una pesadilla, te escucho decir: Nadie elige las pesadillas. Cierto, pero tampoco nadie elige los sueños. Puedo tener un sueño maravilloso en que paseo junto al Taj Majal al atardecer, pero umm un momento, ¿quién eligió ir a la India?
A mí me gusta escoger. Me gusta que el helado sea del sabor que yo decida. Una decoradora y tres mujeres en estado salvaje no fueron capaces de convencerme de que pintara las paredes de un color que fuera blanco.
No quiero soñar. Quiero elegir. Quiero marcarme unas metas y conseguirlas. No quiero cumplir mis sueños. Quiero conseguir lo que me propongo. Quiero planear, hacerme un recorrido hasta el tesoro y llegar a él.
- Los sueños son genéricos.
Los sueños además, quizá por ser incontrolados, son genéricos. Aquel sueña con ser futbolista, la otra actriz, el de más allá cantante. Sueños en masa. Sin matizaciones. Sueños de cara a la galería. Para lo que les gusta a los demás. Millones de personas soñando con jugar en el Madrid o en el Barça. Café para todos.
- Los sueños se cumplen pasivamente.
No hay hadas madrinas con varita mágica que te regalen una carroza para ir al baile. Lo siento Cenicienta. Pero alguien tenía que lanzarte un cubo de agua encima. Despierta. Lo que quieras conseguir lo has de conseguir tú. No esperar a un genio o un elfo que te lo conceda.
- Los sueños son obligatorios.
En el mundo blando de los sueños que se cumplen, el que no sueña es culpable. Culpable de no desear. Culpable de no tener las cosas claras. En los cuentos de los niños los caballeros saben que han nacido para matar dragones. Y las doncellas saben que han nacido para casarse con caballeros. ¿Y tú?, ¿aún no sabes lo que quieres? Si no tienes un sueño, ¿qué vas a perseguir? Frente al mundo en blanco y negro de los que quieren una cosa durante toda su vida, está el mundo en colores de los que no sabemos que queremos o queremos demasiadas. Si ese es tu caso, no te preocupes. No estás solo.
- Los sueños son binarios.
1 o 0. Sí o no. Me quiere o no me quiere. Uno ha cumplido sus sueños o no ha cumplido sus sueños. La vida no es así, la vida tiene 50, 500 y 5000 sombras de Grey. Has de pactar con el demonio. Has de tragar saliva. Aceptar que cumplirás solo una parte de tu sueño. Y que está bien así.
- Los sueños se acaban.
Una vez que has cumplido tu sueño ¿qué más te queda en la vida? Querías tocar el violín en el Concierto de Año Nuevo. Perfecto. Lo has hecho. “Been there, done that “ ¿Y ahora qué? ¿Vuelves a la cama para soñar un poco más?
En los sueños subes a una duna en mitad del desierto y tras ella está el mar. Se acabó el desierto. No hace falta caminar más. En la realidad, el desierto nunca se acaba. Después de una duna viene otra duna. Cuando cumples un objetivo, aparece un objetivo diferente. No hay fin. Y es mucho mejor que sea así.
No te digo que no sueñes. Te digo que no centres tu vida en cumplir tus sueños. Que elijas y que planees. Que reflexiones y diseñes.
Tú eres quien elige tus metas. Tú eres quien decide lo que quieres ser. No sueñes. Haz un plan y camina. Nadie va a hacerlo por ti. Pero tú, con los ojos muy abiertos, sí puedes hacerlo.
Y yo te dejo una sola razón para que sueñes y cumplas tus sueños: soñar (o la ensoñación) es una parte del proceso creativo. Si nadie se hubiera ensoñado con la idea de estar por encima de las nubes, si nadie se hubiera estrujado los sesos para cumplir este sueño que en aquellos tiempos era imposible, hoy el mundo sería muy diferente (y lo mismo con todos los avances de los que disfrutamos). El realismo, con los ojos perfectamente abiertos, planificando tu vida desde una postura “madura”, anula la creatividad. Con los sueños no valen medias tintas, no vale lo de no centrar tu vida en ellos y tantearlos desde una postura razonable: a los grandes sueños hay que echarles pasión y hay que hacer sacrificios para cumplirlos; hay que obsesionarse y poner todo tu cerebro en ello de día y de noche. Para lograr algo que realmente va a cambiar el mundo hay que estar un poco loco, hay que arriesgarse a desperdiciar toda tu vida en un sueño que puede no llegar a materializarse. Y creo que nos siguen haciendo falta locos así.
Muy de acuerdo con el mensaje para Cenicienta, los sueños no se cumplen solo soñando. Pero soñar es el paso previo a cumplir los sueños. Y ya que sueñas, es obligado estrujarse los sesos para cumplir esos sueños, incluso sin garantías de éxito.
Muy interesante reflexión, y con argumentos que comparto, sí realista es un rato …casi me convences… pero aunque no quieras llamarle sueños, puedes verlo como ilusión, metas, proyectos , llámalos como quieras… Que grises serían los días sin una motivación , un objetivo que te mejore y complete en tu biografía vital. y lo mejor , encima es gratis, y no se va a acabar el mundo cuando los cumplas. La mente humana es tan ambiciosamente ingeniosa que es imposible que logrado un objetivo no quieras alcanzar otro después. El que es rico por muy rico que sea, siempre querrá tener un cero más en su cuenta corriente, no le convencerás de lo contrario; lo mismo el que colecciona sellos o moneda, después de conseguir un inverosímil, apuntara su objetivo hacia otro más difícil todavía.
y la riqueza es que cada uno tenemos sueños diferentes, lo que es importante para ti a lo mejor a otro le parece un absurdo… Por suerte para todos hay forofos del Atlético y otros a los que el fútbol nos la trae al pairo.
Y aunque hay que ser realistas y es muy difícil conseguir un éxito al 100 x100 en tus metas, más vale quedarte a medias que ni tan siquiera intentarlo. Lo principal para evitar frustraciones y depresiones es saber donde están tus posibilidades reales de conseguirlo.
A pesar de que voy a seguir soñando, me has hecho pensar , en una noche que valga la paradoja me esta costando conciliar el sueño.
Pilar