¿Por qué no deberías tener el teléfono a la vista cuando hables con alguien?
Admito que no soy nada partidario de la omnipresencia de los teléfonos móviles. Pero aunque tú sí lo seas, deberías tener en cuenta el efecto que producen en los demás. A veces por el simple hecho de estar ahí.
El efecto de la mera presencia del teléfono móvil.
En un estudio realizado por Andred Przybylski y Netta Weinstein se examinaron los resultados de 34 conversaciones de 10 minutos entre dos personas. En todas ellas se habló de un suceso importante del año pasado. Pero con una diferencia. En la mitad de las mesas había un teléfono móvil. Mientras que en la otra mitad no había un teléfono móvil sino una libreta de notas.
El resultado fue esclarecedor. En las mesas con teléfono móvil a la vista las personas sintieron menos conexión con la otra persona, y consideraron menos posible llegar a ser amigos.
Posteriormente el experimento fue repetido. En esta ocasión algunas de las mesas hablaron de un suceso significativo del último año, mientras que otras simplemente tuvieron una charla cualquiera. También esta vez en la mitad de las mesas había un teléfono móvil y en la otra mitad, una simple libreta de notas.
De nuevo esta vez se produjo una mejor valoración entre las personas cuando no tenían a la vista un teléfono móvil sino una libreta de notas. El sentimiento de conexión y confianza que produjo la conversación significativa se perdió con la presencia del teléfono móvil.
¿Qué ocurre cuando tenemos a la vista un teléfono en una conversación?
Los autores del estudio recalcan el hecho de que los participantes no analizaron a nivel consciente la existencia del móvil. Se trata de una cuestión de "primado inconsciente" ( "non-conscious priming"). El primado inconsciente es cuando la mera presencia de algo te hace tener una determinada impresión, aunque no seas consciente de ello ( Por ejemplo está comprobado que ves un maletín y te vuelves más competitivo) . En este caso parece que el teléfono trae la imagen de la existencia de más gente y por tanto impide la existencia de una conexión personal más directa.
¿Y si usas el teléfono delante de otra persona?
Bueno de momento no tengo un estudio para eso ( aunque lo buscaré). Sin embargo es más que evidente que el efecto que se transmite a la otra persona, es que estás pendiente de algo más llamativo que tu conversación actual. Y que esa conversación presencial no te importa demasiado. Se produce además una situación muy incómoda porque la otra persona no puede evitar escucharte pero a la vez tampoco puede admitir que lo está haciendo.
Si has de hablar hazlo muy poco rato, aclara a quien te llama que no puedes hablar mucho en ese momento, y discúlpate con la persona a la que estás haciendo esperar.
A ver si entre todos conseguimos que los teléfonos sean una herramienta para comunicarnos y no un arma para agredir la paciencia de los otros.