Todo es interés.
Puede que pienses que esta entrada es fruto de la amargura. Pero no lo es. Es fruto del realismo y del deseo de ser y de que seas feliz.
Muchos hablan del amor como si fuera un sentimiento puro. Quieres a una persona y quieres lo mejor para ella. Pero si el amor fuera así ¿no deberías alegrarte si aquel ( o aquella) a quien amas está mejor con otra persona? Piensa en la persona que más has querido. Y piensa si la seguirías queriendo si te hubiera traicionado con otro (otra) y te hubiera ignorado durante años. Quizá seguirías sintiendo deseo ¿pero amor?
Muchos creen que la amistad es un sentimiento puro. Pero ¿cuántas veces un amigo se ha convertido de pronto en un enemigo? Piensa en tu mejor amigo, e imagina que hiciera toda clase de cosas en tu contra. ¿Seguirías sintiendo amistad?
Muchos creen que el amor de un padre por un hijo es un sentimiento puro. Pero ¿seguirías sintiendo lo mismo si el hijo no fuera tuyo? ¿ y si tu hijo renegara de ti y te maldijera?
Todos los sentimientos que tenemos por otras personas, son fruto de nuestra conveniencia. Son una reacción genética para lograr alianzas ( la amistad) reproducción ( el amor) y mantenimiento de nuestros genes en las generaciones futuras.
Parece terrible mirado así, verdad.
Eso no es malo.
Los sentimientos se basan en nuestro interés en sobrevivir, reproducirnos y asegurarnos la supervivencia de nuestros genes. Sí, es cierto. Eso es lo que hay debajo de los sentimientos.
Y sin embargo, ver los sentimientos solo como interés, es ver una parte pequeña de lo que son.
La Mona Lisa, el cuadro más famoso jamás pintado, es mirándolo así, solo unas manchas de pintura sobre una tela.
El Quijote no es sino unas marcas de tinta en un papel.
Un idioma en el que se han cantado los poemas más hermosos, no es sino unos cuantos movimientos de la boca.
Los sentimientos nacen del interés. Pero como el cuadro, como el libro o como el idioma, son mucho más que eso. Tienen un significado que no es material ( por lo que son) sino que es inmaterial ( por lo que para nosotros representan).
Somos humanos al fin y al cabo, química, carne, huesos y sangre. Y sin embargo somos mucho más que eso. Y como nosotros, también los sentimientos son mucho más del interés que los origina.
El amor, como la amistad, deberían ser sentimientos puros pero lo cierto es que no lo son. Eso sólo ocurriría en un mundo ideal.
Viene bien que de vez en cuando nos recuerdes con realismo lo miserables que todos somos. Pero pese a ello, creo que ( como tú bien dices) somos algo más que pura química. Pero también creo que, aunque suene utópico, deberíamos tender a amar sin condiciones y desinteresadamente. O al menos intentarlo..
Un abrazo y felicidades por cierto ( no sé si pronto o tarde)
Tarde ( las felicidades) pero se agradece igualmente. 🙂