No todos los amores son amores correspondidos o no correspondidos, muchos amores muy intensos son amores que una persona siente intensamente mientras que el destinatario ignora por completo. Son los que yo llamo amores de fantasía.

Esta es parte  es el testimonio de Kate, una lectora del blog:

“(…)hace un año en la escuela conoci al chico del cual estoy enamorada nunca nos hemos hablado pero la verdad me gusto de la primera vez que lo vi el y yo siempre nos mirabamos desde donde estabamos sentandos y como ya dije nunca hemos hablado hasta la fecha, por esa razon siento que no debo hacerme mas daño pensando en el, pero lo intento todos los dias pero no puedo me encierro en la idea de que un dia el me va a corresponder pero a la vez pienso en la posibilidad de que no. (…)”.

Quizá a muchas personas les parezca que carece de sentido, pero la realidad es que es una situación muy frecuente sobre todo en la adolescencia, cuando uno no tiene aún la seguridad de buscar las cosas que desea, o en aquellos casos en que una situación social complicada hace que sea muy arriesgado dar un paso.

¿Cuando mantener un amor de fantasía?

No estoy en contra de la fantasía. Puede ser un hermoso condimento de la realidad, que le de colorido y la haga mucho más satisfactoria. Pero para que la fantasía merezca ser mantenida se han de cumplir para mí dos condiciones:

1) que la fantasía se distinga de la realidad.

En este caso es necesario que la persona que siente ese amor sepa que es algo que se siente de manera unilateral, algo que no puede llegar a ningún lado mientras no se comunique, y se comparta. Y que no debería sustituir a las experiencias reales de la misma manera que imaginar al cerrar los ojos para dormir ser dueño de un castillo de cuento no debería sustituir a tener un techo bajo el que dormir.

2) que la fantasía haga que la persona se sienta mejor y no se sienta peor. 

Yo puedo tener la fantasía de escribir un día una novela que me haga ganar el Nobel. Esa fantasía en sí misma no tiene nada de malo, pero si se convierte no en un sueño sino en una pesadilla entonces es necesario acabar con la fantasía.

Qué hacer cuando la fantasía te duele.

Los amores de fantasía suelen comenzar como algo hermoso y convertirse de pronto, como el carruaje de cenicienta a las doce de la noche, en algo mucho menos agradable. Comienza siendo una ilusión y se acaba transformando en una desesperanza. Y es porque en el fondo, a pesar de todas las absurdas frases sobre lo inocente y generoso que es el amor, en realidad el amor es egoísta, muy egoísta, y desea conseguir para uno a la persona amada.

Para solucionar esa situación, nada mejor que un baño de realidad. Es complicado claro, porque prefieres tener tu remota esperanza guardada en el bolsillo que arriesgarte a lo que imaginas será un rechazo. Pero es necesario.

Cada día que pasas pensando en un amor de fantasía es un día que podrías sentir un amor real. Cada día que pasas con un amor de fantasía. Atrévete a salir de las sombras, y a hacer saber lo que sientes. Si no te rechazan habrás ganado, y si te rechazan habrás ganado también. Habrás comenzado a librarte de un fantasma que te atormenta y serás un poco más sabio.