De todos los libros que he leído sobre persuasión, ninguno me ha impactado tanto como un libro muy pequeño y sencillo: “La persuasión de una frase” de Rick Warren. En ese libro, no suficientemente conocido, Warren explica cuáles son las 5 reglas que hacen que las personas se pongan de tu parte.
No es un descubrimiento revolucionario, solo la aplicación de cosas que posiblemente todos sabemos pero que en rara ocasión se llevan a efecto. En las próximas entradas analizaré esas 5 reglas, que bien usadas, nos pueden llevar a tener a mucha gente de nuestra parte. Hoy comenzaré por la primera.
Primera regla de la persuasión de Rick Warren:
Las personas harán cualquier cosa por aquellos que les animen en sus sueños.
Animar los sueños.
Todos tenemos nuestros sueños. Cosas que para nosotros son tan importantes, que forman parte de las ilusiones que nos ayudan a vivir. Uno desea cantar, el otro ser escritor, el de más allá ser un gran seductor. Quizá tú quieras tener un negocio que te haga rico. O quizá quieras crear la nueva red social dominante. Sea lo que sea, es un sueño que nunca olvidas.
Una manera muy sencilla de conseguir el odio de una persona es ser un obstáculo para sus sueños. Si una persona quiere ser un gran escritor y tú lees su manuscrito y le dices que es una mierda y que no tiene ningún talento, te habrás convertido en su peor enemigo.
Quizá te estarás diciendo a ti mismo que no haces eso. Hay maneras en que posiblemente te opones a los sueños de una persona. Quizá incides en lo tremendamente difícil que es conseguir algo. No dices que no se pueda conseguir, pero dices que es extremadamente difícil. Y eso es como un jarro de agua fría a las esperanzas de alguien.
Por supuesto que no estoy diciendo que vayas a mentir a la gente, diciendo que sus sueños son fáciles de conseguir. Pero al mirar un sueño es posible verlo incidiendo en los obstáculos o incidiendo en su posibilidad. Lo que te digo es que puedes intentar ser más positivo al mirar los sueños de los demás. Y quizá de paso te sirva para ser más positivo también al mirar tus sueños.
Piensa en las personas que conoces. ¿Sabes cuáles son sus sueños? ¿Se te ocurre la manera en que podrías ayudar a que los consigan, o al menos animarlos?. Si haces el esfuerzo no dudes de que tendrás tu recompensa.
Vigilar a los animadores de sueños.
Por otro lado, defensivamente, también has de defenderte de los profesionales de animar los sueños. Es como cuando un curandero cobra una cantidad enorme de dinero a una persona deshauciada por los médicos. El sueño de esa persona es curarse, y al prometer que se puede cumplir, el enfermo es capaz de darle todo lo que pida.
Mira a tu alrededor e intenta descubrir todos los casos en que algunas personas consiguen todo de otras animando sus sueños. Intenta descubrir los casos en que te has equivocado y has ido contra los sueños de otra persona o cuando otra persona se ha intentado aprovechar de los tuyos.