Hay una cosa que creo que sorprende bastante a las personas que llegan a esta web.
Al ver el nombre de la página y el que uso en ella “Entusiasmado” estoy convencido de que mucha gente piensa que esta será otra página llena de mensajes de motivación extremadamente positivos sin mucha crítica.
Y cuando leen algunos artículos se encuentran ( o eso espero) con lo contrario. No digo a la gente que todo va a ser maravilloso. No digo que las cosas serán fáciles. Si alguien me pregunta si tiene futuro en la relación y pienso que no lo tiene, soy honesto, en ocasiones brutalmente honesto, y le digo que no lo tiene ningún futuro.
Estoy convencido de que mucha gente, a veces, pensará que soy cruel. Incluso yo mismo a veces creo que lo soy un poco.
Pero no es capricho.
Leyendo un libro americano hoy, he encontrado una afirmación que me ha resultado muy interesante. Y que creo que refleja lo que ocurre.
Hay que cambiar la esperanza por la realidad.
Estoy totalmente de acuerdo. Yo también cambio esperanza por realidad.
¿Por qué?
Yo lo veo de esta manera.
La esperanza es como una habitación confortable y agradable sin espejos y sin puertas de salida. Se está bien, se está muy bien. Estás cómodo. Como no tienes que mirarte al espejo no tienes que trabajar en cambiarte. Simplemente estás en una eterna espera de que ocurra algo.
La realidad, por el contrario, es una habitación incómoda, con espejos y con muchas puertas de salida. Puede ser complicado estar allí, porque no tienes la misma comodidad, y además has de verte reflejado en el espejo. A nada le tenemos tanto miedo como a vernos reflejados en el espejo. Sin embargo desde esa habitación puedes ir a cualquier lugar, porque esta llena de puertas de salida.
¿Dónde vas a vivir? ¿En la esperanza o en la realidad?
Yo prefiero vivir en el realismo esperanzado. Para mi la esperanza no es estar en una eterna espera sino la confianza en que lograré algo que me he propuesto. Uniendo realismo y esperanza creo que se puede vivir muy bien también.
Saludos,
Tampoco parece mala opción Diana.
Genial analogía.
Gracias Minimus.
Yo pienso que en la sala de la esperanza sí hay una puerta que estamos deseando abrir y también un espejo, el problema es que cuando nos miramos en ese espejo,el reflejo nos da una palmadita en la espalda y nos dice”muy bien, sigue ahí sentadito de brazos cruzados,lo estás haciendo muy bien” y esa puerta nunca se abre.
En la sala de la realidad,hay muchas puertas pero el problema es que es muy posible que no estemos deseando abrir ninguna.El reflejo de los espejos,en cambio,nos devuelve una colleja y nos dice “espabila,pq las puertas no se van a abrir por arte de magia”.
Yo me quedaría en la sala de la esperanza,con una puerta que deseo abrir y con un espejo realista que me diga “espabila”.
Ya me has cambiado las salas tramposa. Jejeje. Sea como sea la cuestión es darse cuenta de que no podemos esperar que nada se solucione solo.