El sarcófago de Chernobil.
El sábado 26 de abril de 1986 se produjo una explosión de hidrógeno en la central nuclear Vladimir Ilich Lenin, cerca de la ciudad de Chernobil ( Ucrania actualmente).
Más de 600000 personas trabajaron en los procesos para controlar la fuga de radiación. Hasta el día de hoy no se sabe exactamente cuántas personas murieron por ese accidente.
En el año 2000 se construyó un sarcófago de cemento que envuelve el reactor 4 (que es el que sufrió el accidente). Ese sarcófago se está resquebrajando y hay planes para construir uno nuevo.
¿Cómo usar la técnica del sarcófago de Chernobil?
Uno de los mayores problemas cuando partimos de una situación de caos muy grande, es que el inicio de la labor de ordenación se presenta como titánica. Al verla así, tendemos a evitar hacerla, a procrastinar. Puede ser conveniente como siempre que una tárea es demasiado grande dividirla en otras tareas más pequeñas.
¿Pero cómo hacerlo?
Nunca he sido demasiado organizado. Solo recientemente estoy haciendo un esfuerzo para serlo más y aún estoy muy lejos de conseguirlo. Mi carpeta de dropbox es un enorme desastre en el que vegetan miles de documentos. Y quiero ordenarlo, pero…
La idea de ordenarlo todo me resulta absolutamene insoportable. Además me llevaría muchísimos días hacerlo, y eso interferiría con otros muchos proyectos que tengo a la vez. ¿Cómo solucionarlo?. ¿Cómo deshacerse temporalmente del caos?
Aquí viene en mi rescate el sarcófago de Chernobil. Tomo las carpetas más conflictivas y las incluyo todas en una carpeta que se llame por ejemplo “Por ordenar”. Fuera dejo solo unas cuántas carpetas que sean de carácter prioritario. Y procedo a ordenarlas. Cuando esas carpetas estén ordenadas puedo pasar a otras diferentes, sacándolas poco a poco del sarcófago de Chernobil.
Así evito que el peso del trabajo por hacer me aplaste. Y decido solamente yo, que cantidad de organización deseo realizar en cada ocasión.
El sarcófago de Chernobil y el orden físico.
Lo mismo que he afirmado para el orden electrónico es aplicable para el orden físico. Si tienes que ordenar muchísimas cosas de una habitación puedes coger una caja muy grande y colocar allí todas aquellas cosas que te resulte muy difícil ordenar en ese momento. Quizá es porque tengas que pensar más donde meterlas o quizá es porque colocarlas en su lugar requiera un esfuerzo extra.
El sarcófago de Chernobil y el sistema de Getting things done.
Seguro que a muchos de los que sigan el sistema de Getting Things Done, el maravilloso libro de David Allen sobre productividad, les parece una barbaridad la técnica del sarcófago de Chernobil. Quizá les parezca como una forma de no limpiar totalmente la bandeja de entrada.
Sin embargo yo lo veo más bien como establecer un filtro previo a la bandeja de entrada. ¿Qué tareas existen que yo asumo directamente que no puedo realizar de forma inmediata? Ejecutar todas las tareas existentes está muy bien cuando partes de un orden establecido, pero puede ser extremadamente complicado si partes de un caos total.
Una advertencia.
Como antes dije el sarcófago de Chernobil se está resquebrajando. Un sarcófago es una técnica temporal, una medida desesperada para no verse destruido. Pero cuando poco a poco las cosas vuelvan a su cauce, es conveniente que la solución temporal sea sustituida por una solución definitiva.
Cualquier cosa con tal de que el problema no te explote en las manos.
En tiempos de la multinacional donde trabajé 27 años, tuve la oportunidad de ir a reparar una instalación al “archivo muerto” de ese modo era llamado.
Allí metían todos los documentos que a determinado criterio de la dirección, debían “dormir el sueño de los justos”, no eran clasificados, esos se cremaban la mayoría (también trabajé en ello). En el archivo muerto (en la hora del “bocata” no me iba de allí) me entretenía revisando dosieres de décadas atrás, era muy esclarecedor y ameno.
He de decir, que según me comentó el encargado, no se clasificaban, ni se listaban, él solo metía y cuidaba de que nada saliera de allí, nada más era su responsabilidad que cumplía a rajatabla, con el debido permiso dejaba entrar a personal autorizado para que expurgara in situ información…
Pero no salía nada ni para hacer una fotocopia (de las de entonces) me figuro que hoy en día habrían prohibido la entrada de móviles con cámara 🙂
Yo he realizado lo mismo, nombro el archivo y lo guardo clasificado por aplicación, pero también tengo mi propio “archivo muerto” que me es muy útil, pero la “incineradora, rara vez la uso.
Buena analogía con el cofre de Chernobil.
Un saludo
Un saludo Alberto. Siempre aprendo muchas cosas de tus experiencias.
Me encanta el nombre que le has puesto a esta acción. Yo me agobié en su día por este tema. Mi mente no paraba de decirme: “tienes que ordenar los archivos del pc, tienes que ordenar los correos electrónicos…” hasta que cogí y lo metí todo en una carpeta Archivo. Es curioso qué pocas veces he consultado esa carpeta desde entonces. 🙂
Probaré también con el desorden físico.
Gracias por tus ideas.
En algunos lados recomiendan meter todo lo que dudes que vas a usar en una caja y ponerle una fecha. Si en un año no lo has usado, entonces lo puedes tirar sin remordimiento. Creo que es buena estrategia.