¿Cómo tener ideas brillantes?
Muchas de las mejores ideas de la historia surgieron en momentos de descanso.
Se cuenta que Arquímedes estaba en la bañera cuando descubrió su teorema. Newton estaba bajo un árbol cuando se le cayó una manzana en la cabeza y descubrió la gravedad.
Puede que esas anécdotas sean reales o sean falsas. Pero a todos nos ha pasado que algunas de nuestras mejores ideas nos han llegado cuando estábamos paseando, en la ducha o mirando un atardecer ( normalmente sin un cuaderno para apuntarlas).
Es la incubación
¿Cómo funciona ese proceso de incubación?
En su libro How we learn ( Cómo aprendemos) Benedict Carey explica llamándolo incubación.
Las 4 fases de la incubación
La primera fase es la preparación. Las ideas pueden venir de pronto, pero no le vienen a cualquiera sino a aquellos que se han preparado lo suficiente. La preparación no consiste en simplemente entender de qué va el problema. Se trata de trabajar hasta que has agotado todas las alternativas y estás atascado.
La segunda fase es la incubación propiamente dicha. Ocurre cuando te dedicas a otra actividad sin prestar ninguna atención consciente a la tarea. Pero eso no significa que no haya actividad en tu cerebro. Tu mente insconsciente sigue trabajando, creando conexiones entre las diferentes ideas.
Para que la incubación produzca más efectos, conviene tener en cuenta lo siguiente:
- Los descansos largos (20 minutos) son más útiles que los más cortos (5 minutos).
- La incubación no produce efectos positivos si antes no se ha alcanzado un impasse.
- Los descansos se pueden usar para tres tipos de actividades, las relajantes ( como tumbarse a escuchar música) las levemente activas ( como navegar por internet) o muy activas ( como escribir) Mientras que para los problemas matemáticos o espaciales cualquiera de esos tipos de descanso sirve, para los lingüísticos es mejor el descanso levemente activo.
La tercera fase es la iluminación. Es el momento Eureka en que Arquímedes se levanta de la bañera desnudo porque ha tenido la idea que estaba esperando. Es el “Ahá”. Es esencial que tengas a mano algún medio para recoger la idea que pueda surgir. Algunos dicen que si la idea es buena volverá. Yo no estoy tan seguro.
La cuarta fase es la verificación. Es la comprobación de que la idea intuitiva que hemos tenido en la tercera fase es válida.
Puedes probar a usar la incubación para conseguir tus metas. Experimenta. Y sobre todo recuerda que la incubación no es mera pereza. Para que lleguen las ideas, ¡primero has de trabajar al máximo!
Excelentes contenidos
Gracias Luis.