El desaire del móvil

El desaire del móvil

Recuerdo el momento en que me di cuenta que los móviles habían ido demasiado lejos.

Había ido de vacaciones a Rumania con 5 amigos ( o al menos lo que eran amigos al principio de las vacaciones). Estábamos en la mesa de un restaurante esperando la cena. Yo no tenía datos en el extranjero así que no podía usar el móvil.

Miré a mi alrededor: 4 de los 5 amigos estaban mirando el móvil directamente. El quinto lo miraba de reojo.

Seguro que tú también has tenido algún momento así. Me hizo gracia un tweet de hace unos días. Decía “he quedado con unos móviles a cenar”.

Esa es la sensación que muchos tenemos en algunas ocasiones. Sentimos que somos ignorados por la persona que tenemos delante porque está demasiado ocupada mirando el móvil.

El mismo hecho de que una persona tenga el móvil sobre la mesa durante una conversación hace que valoremos más negativamente la interacción.

Se ha llamado tecnoferencia, a la interferencia en la comunicación causada por la presencia de elementos tecnológicos como el móvil. También se habla del “desaire del móvil” para hacer referencia a la falta de respeto que notamos cuando alguien nos ignora mirando su móvil.

El desaire del móvil y la pareja

En un estudio de 2016 publicado en la revista Psychology of Popular Media Culture, el 70 por ciento de las mujeres declaro que los teléfonos inteligentes estaban afectando negativamente a su relación. Más de un tercio de las 143 mujeres en el estudio dijo que su pareja respondía a las notificaciones en mitad de una conversación. Una de cada cuatro dijo que su compañero envíaba mensajes de texto durante las conversaciones.

No sorprende en absoluto que las mujeres que informaron altos niveles de tecnoferencia en las interacciones con sus parejas estuvieran menos contentas con sus relaciones y con su vida en general.

Pero no solo les ocurre a las mujeres. El Dr. Roberts, profesor de marketing en la Universidad de Baylor, hizo 175 preguntas a hombres y mujeres sobre el uso de los teléfonos inteligentes de sus parejas. Casi la mitad de los encuestados, el 46 por ciento, informó haber sentido el desaire del móvil. De nuevo las personas que informaron niveles más altos de “desaire del móvil” reportaron también mayores niveles de conflicto de relaciones.

El desaire del móvil es un desaire

Parece obvio, pero a veces no nos damos cuenta.

No prestar atención a la persona que tenemos delante es una falta de respeto.

El desaire del móvil no es sino una forma específica de no prestar atención al otro, de hacer que no se sienta importante, de producir en esa persona todas las sensaciones negativas de ser ignorado.

Fíjate durante el día de hoy en las veces que dejas de escuchar mientras estás leyendo el móvil, mientras estás escribiendo en el ordenador ( ummm esa duele) mientras estás viendo la tele.

Cuando nos sentimos ignorados, nuestros miedos ancestrales a ser dejados fuera de la tribu nos hacen sentir muy tristes. Y asociamos esa tristeza y la rabia que la acompaña a la persona que nos ignora.

¿Quieres ser el culpable de que alguien se sienta así?

¿Quieres que te lo devuelva bajando la cabeza al móvil mientras tú estás hablando?

Seguro que no. Tu móvil puede esperar.