El documental de Netflix Tony Robbins no soy tu gurú, es una interesante mirada a las conferencias del conferenciante más famoso del mundo, Tony Robbins.
Hay muchas ideas que pueden sacarse de ese documental, pero aquí quiero recoger una que me ha llamado mucho la atención.
Lo llamaré el eco de Tony Robbins.
El eco de Tony Robbins
Cuenta Tony Robbins que él creó su personaje. Que él trabajó para ser lo que es ahora, y que desde luego inicialmente no era así.
Para eso utilizó, entre otras muchas cosas, el poder de las afirmaciones.
Cada día, cuenta Tony Robbins, se repetía a si mismo un mantra: “soy imparable”.
Muchos hemos usado alguna vez las afirmaciones. Nos hemos mirado al espejo, lo hemos repetido diez veces y nos hemos olvidado. Y después hemos pensado que las afirmaciones no funcionan.
Pero Tony Robbins no lo hizo así. Tony Robbins lo repetía durante horas. Salía a correr y se iba repitiendo : “soy imparable, soy imparable, soy imparable”.
“¿Qué crees que escuchaba cuando dejaba de repetirlo?” pregunta Robbins.
Y está claro, esa saturación con el mantra creaba un eco que se mantenía en su mente: “soy imparable, soy imparable, soy imparable”.
Todos tenemos en nuestra mente palabras que suenan como las voces en off de las películas. Si hemos de tener esas palabras ¿no sería mejor que fueran las que nosotros escogemos? ¿no sería mejor usar el eco de Tony Robbins?