Toni Morrison es ganadora del premio Nobel, del premio Pulitzer y profesora en Princeton. Se la considera una de las grandes autoras americanas.
En una entrevista con the Guardian, ocurrió esto cuando le dijeron a Toni Morrison que era una persona de éxito.
(…) en cualquier caso, [Toni Morrison] no se siente un éxito. La miro con los ojos muy abiertos mientras dice esto. ‘¡No! No he tenido éxito en nada ”, dice. “He escrito libros buenos y, a veces, geniales. Pero, para mí, el éxito no es algo público. Es una cosa privada. Es cuando tienes cada vez menos arrepentimientos ‘.
El éxito como una cuestión subjetiva
Siempre hablamos del éxito como conseguir algo objetivo. Dinero, posición, estatus. Algo que es éxito para todo el mundo de la misma forma.
El problema es que consideramos que el objetivo de la vida es tener éxito, y por tanto ponemos nuestro todo interés en conseguir lo que la sociedad nos dice que debemos conseguir.
¿Pero si entendemos el éxito como el objetivo de la vida, debemos considerar que el éxito es algo objetivo? Al fin y al cabo es perfectamente posible imaginarnos con muchos millones y la mejor de las posiciones pero sabiendo que eso no es lo que queremos.
Por eso muchos acuden a una definición subjetiva del éxito en la vida.
La definición subjetiva del éxito
El éxito sería no algo que se puede observar desde fuera, sino algo que se puede sentir desde dentro. Un sentimiento. Si preguntamos a cien personas qué es lo que desean en la vida, la mayoría responderá que ser feliz.
El éxito , según esa manera tan propia de nuestra sociedad de ver las cosas, sería la obtención de la felicidad.
Pero no parece que esté muy claro lo que es la felicidad.
¿Qué es ser feliz?
Muchos, en un alarde de optimismo, se imaginan la felicidad como un estado de cuasi éxtasis, en el cual tenemos la sonrisa en la boca en todo momento.
Es una imagen sugerente, pero es poco probable que eso se pueda alcanzar. Quizá hay que entender la felicidad, de una forma más modesta, como la ausencia de dolor.
Por ahí es donde va la idea de Morrison. Si hay algo que nos duele como ninguna otra cosa, es el arrepentimiento. Una vida llena de arrepentimiento es una vida llena de dolor. Así que parece sensato entender el éxito como la felicidad, y la felicidad como la ausencia de arrepentimientos. Así llegaríamos a la ecuación de Morrison. Éxito= ausencia de arrepentimientos. O más bien considerando que nada es perfecto, Éxito = muy escaso número de arrepentimientos.
No parece una mala manera de ver el éxito. Y no parece un mal propósito para la vida.