Podría haber escrito mujer. Da igual, hombre o mujer. Todos lo somos. Tú y yo. Lo somos todos los días.
Todos los días encontramos un puñado de diamantes. Es cierto, no son diamantes de carbono. Pero brillan igual. Son ideas, frases, historias, palabras que destacan por encima de las demás, que nos hacen vibrar más que otras. Las encontramos y sonreímos por unos segundos. Después nos olvidamos. Acabamos el café, nos acordamos de que tenemos que pagar la luz, o envíamos un whatsapp. Zassss.
El diamante ha desaparecido. Quizá haya desaparecido para siempre, o quizá haya desaparecido solo por un tiempo. Da igual. Cuando lo encontremos otra vez, volveremos a sonreír y lo volveremos a dejar brillando en el suelo.
A mí me pasa desde siempre. Pero ya estoy harto. No me va a volver a pasar.
De ahora en adelante cada idea que me parezca suficientemente brillante no caerá en el olvido. Seré “el hombre del saco”. El que recoge todos los diamantes que encuentra y los mete en su vida para siempre. El que no los deja escapar.
Primero los capturaré en el teléfono móvil o en un cuaderno que lleve encima ( como el libro de las semillas). Para que los diamantes no se queden en el suelo. Para poder llevarlos a casa. Pero una vez que los tenga recogidos, he de hacer algo más. He de tener un lugar donde guardarlos. Un lugar diferente según sea el diamante. Algunos quizá los guardaré en un espacio físico, pero la mayoría tendrán una ubicación especial en mi ordenador.
Tendré un lugar para guardar las citas que ilustrarán cualquier libro que escriba.
Tendré un sitio donde colocar las bromas que te resultan graciosas.
Tendré una carpeta para guardar los datos que me sacaré de la manga en mi tema de discusión preferido.
No quiero seguir siendo el hombre que desprecia los diamantes.
Oye q hermoso, yo desde hace tiempo colecciono citas, ahora tengo mi página de fb, ya no necesito ni escribirlas, ahí van dar los diamantes q nos regalas frecuentemente, no sabía que era coleccionista pero me cambian de actitud tan fácil como encender un foco…
Interesante. Pues dime por fb cuál es tu página para que le eche un ojo. .
Hola! Estoy leyendo tu blog desde hace tiempo y solo quería felicitarte y decirte que me parece muy interesante todo lo que escribes. Ahora mismo voy a empezar a recoger todos mis diamantes, que no estamos como para ir tirándolos. 🙂
Muchísimas gracias Ángel. No te puedes hacer idea de lo bien que me sienta empezar el día comprobando que lo que escribo sirve para algo. Un saludo.
Claro que nos sirve compilare los que más me tocan…
Los diamantes que a mí siempre me ha gustado recoger y no olvidar son los buenos chistes. Eso, y las ocurrentes frases que de vez en cuando mis chiquillos dicen, llenan mi libreta. Ahí os dejo varios “diamantes”:
-Las hormigas, ¿se hacen daño cuando se chocan?
-¿Por qué si un médico salva la vida a un futbolista, gana menos dinero que el futbolista?
-¿Cómo puede ser que los gays tengan hijos? Si juntas un pito con otro pito… De ahí no sale nada ¿no?
-¿Franco era bueno?
Lo del médico se podría mirar de otra manera. Por qué si el médico no consigue salvar a alguien gana más que el muerto.
Los aportes de Diana son fantásticos 😀
Iván, yo que vengo ya acumulando libretas y libretas cargadas de diamantes, si estás ideando un nuevo sistema de almacenaje y clasificación que sea eficaz, ecológico y que ocupe poco espacio, ¡cuéntame, por favor! 😉
Ummm lo desarrollaré un poco y te cuento.