Cada día hay más cosas que tienes que gestionar. Más blogs interesantes que seguir. Más libros que te gustaría leer. Más datos que quieres recordar, y más proyectos que van a mejorar tu vida de manera definitiva.
Al final todo eso se convierte en difícil de gestionar, y entonces la búsqueda de instrumentos para organizar mejor las cosas se convierte en una tarea más que sumar a todas las anteriores.
Mapas mentales
Aunque nos gustaría que todo fuera lineal y organizado, la realidad es que los conceptos e ideas no vienen a nosotros de forma lineal sino de forma anárquica. Es labor nuestra encontrar donde encajan en nuestro mundo. Y por eso todos necesitamos una organización de las ideas, un mapa mental que nos permita convertir ideas inconexas es partes de un todo.
Para organizar las ideas son muy útiles los mapas mentales. Básicamente un mapa mental es una hoja en la que figura el pensamiento central en medio de la hoja y de ahí van naciendo todos los pensamientos que se derivan y se van ramificando en pensamientos de menor jerarquía.
Es posible hacer un mapa mental en papel, pero es mucho más útil utilizar un programa informático para ello. Dentro de los existentes, uno de los mejores es el de Mindjet, que permite realizar mapas bastante vistosos e incluso se puede utilizar para colaborar entre varias personas.
El problema de los programas ordinarios para mapas mentales, es que la conexión entre los diversos mapas mentales es bastante lenta.
The brain
Ahí es donde entra el juego The brain. Mi relación con este programa ha sido un poco complicada. Inicialmente me llamó mucho la atención. Tanto que se lo recomendé a @homominimus que es quien me había introducido en el software de los mapas mentales. Después de un tiempo yo lo dejé de usar, pero él lo siguió usando. Y cada vez que veía su sistema de organización ( muy elaborado) me producía un gran deseo de darle otra oportunidad al programa. “The brain” es un software inicialmente gratuito, aunque como todo lo gratuito tiene versiones de pago con más opciones.
La gran ventaja del programa es su atractivo interfaz, y su sistema de conexión total de todos los datos. Se acabaron los mapas parciales y en su lugar hay un solo gran mapa que muestra desde tus libros pendientes de lectura hasta tu salón de peluquería preferido.
Sin embargo dado que los señores del programa no me pagan, ni me regalan un ejemplar pro, reseñaré también sus inconvenientes, para mí hasta ahora muy importantes:
– Como según donde estés el mapa se coloca de diferente manera no sirve para aplicar la memoria visual que te hace a veces recordar ese punto que está debajo a la derecha.
– La posibilidad de utilización en varios ordenadores requiere en principio de la licencia pro, que es muy cara, y que yo de momento no tengo ninguna intención de pagar.
Reencuentro con el programa.
Considerando que podía renunciar a la facilidad para la memoria visual, el principal problema que me quedaba era el de la posibilidad de utilización en diversos ordenadores. Y ahí es donde acude en mi ayuda el omnipresente Dropbox ( si no lo tienes deberías vivir en una caverna como vivía Bin Laden, es la mejor aplicación de la historia y gratuita).
Eso sí, se requiere un cierto cuidado. No se puede usar en varios ordenadores simultáneamente. Y además es necesario comprobar antes de apagar un ordenador que , una vez cerrado the brain, se ha realizado la sincronización con Dropbox. Y al encender el otro, es necesario comprobar que se realice la sincronización con Dropbox antes de abrir the brain. Para evitar posibles errores no está de más hacer periódicamente una copia de seguridad de The Brain.
Así que subsanado, aunque sea por ese medio pedestre, mi problema por el uso en diversos ordenadores, creo que estoy en condiciones de disfrutar del programa.
Si te apetece probarlo esta es la web de TheBrain.
¿Has usado alguna vez el programa? ¿Te parece un desastre? ¿Te gusta? Me gustaría saber tu opinión.
Me alegro que le des otra oportunidad. Lo de dropbox es una buena idea. Como sistema de organización de la información, no hay nada similar a The Brain.
No he probado este programa, pero la verdad es que yo sigo en busca del software de mapas mentales que sustituya el papel y los rotuladores de colores. Confieso que hago muy pocos en papel (los digitales salen más aseados y se pueden almacenar en cualquier dispositivo), pero la diversión de crear un mapa mental no tiene comparación entre el papel y cualquier otro medio. El nivel de concentración tampoco y se pierde por completo la activación del hemisferio derecho que es más tradicional para estos asuntos y prefiere manosear rotuladores en vez de darle a un botón para cambiar de color o escribir. Una pena.
Lo mismo me pasa con la escritura a mano. Sólo que a mano sí escribo mucho.
Echaré un vistazo a las capturas del pantalla de este programa. Pero como las ramas no salgan hermosamente onduladas, lo descartaré sin probarlo. La parte visual es muy importane para mí en un mapa mental.
El hacerlo a mano es otra opción, pero entonces, has de escanear después el contenido si lo quieres tener disponible en cualquier lugar y a salvo de cualquier elemento. Además tú haces trampas porque dibujas muy bien. No todos tenemos esa habilidad.
Muy cierto lo comentas Ivan la planificacion o el sistema de crear una estructura empieza no desde la accion si no desde el crear sea a traves de mapas mentales el proceso para conseguir una meta, excelentes aplicaciones y muy utiles para quienes empiezan
Confieso que yo soy de los que soy más de pensamiento que de acción, pero dentro del pensamiento soy más de pensamiento hacia delante que pensamiento reflexivo. Por eso intento ponerme límites que me obliguen a reflexionar un poco. Un saludo.
Leí este post cuando lo escribiste y me quedé con las ganas de probar lo del mapa mental. Lo cierto es que no sé por dónde empezar (a parte de bajando el programa…) así que me voy a poner a ello.
Si algún día te sientes con ánimos y fuerzas agradecería una pequeña explicación sobre cómo usar un mapa mental. Para los novatos, ya sabes.
Lo pongo en la lista de cosas para hacer. Suerte con el programa.