La mayor parte de la gente computa su trabajo por horas.
“Trabajo 8 horas diarias”, “trabajo 10 horas diarias”, “trabajo 4 horas diarias.”
Para esa gente de manera inconsciente, el trabajo es algo que se hace por estar físicamente presente, respirando un número determinado de minutos en unas coordenadas gps. Y lo de menos es lo que hagas en ese tiempo. Podrías ser un cadáver que está de cuerpo presente en un velorio y estarías cumpliendo. Porque estás ahí.
Yo no entiendo el valor del trabajo así. Lo importante para tu empresa es el resultado que produces. Hay gente que produce más en dos horas de lo que otras personas pueden producir en días enteros. La sola idea del Ipod o del Iphone de Steve Jobs vale más que todas las horas de trabajo de las vidas de miles de empleados de Apple.
Pero además del valor, tampoco entiendo el esfuerzo que pones en tu trabajo de esa manera. El esfuerzo no se mide tampoco exclusiva ni principalmente por el número de horas que presionas de manera descendente con tus glúteos el asiento de tu oficina.
Para mí el esfuerzo en un trabajo se mide más que en ninguna otra cosa en el número de decisiones que tomas.
Decidir es cansado. Hay personas que odian decidir, y serían capaces de recorrer el mundo de oeste a este si una decisión les persiguiera. Hay otras que quizá no odian tanto tomar decisiones. O que se han dado cuenta de que para tener el control has de decidir constantemente. Así que deciden. Pero eso no significa de ninguna manera que no les cueste energía decidir.
Cada decisión que tomas te roba un poco de espíritu. Cada decisión disminuye tu batería. Por eso los días en que uno tiene que decidir mil cosas llega a casa agotado, incapaz de pensar ( de decidir más bien) lo que cenar.
No propongo dejar de tomar decisiones. Al contrario. Propongo que decidas de manera plenamente consciente todas las cosas de tu vida. Lo que sí propongo es no gastar tus energías en decisiones triviales. Propongo mecanizar la toma de decisiones de los asuntos pequeños, al igual que hace Obama dejando que su mujer le elija la corbata. Propongo reservar tu energía vital para las cuestiones en que es totalmente imprescindible. Propongo tener reglas para poder ser libre. Propongo automatizar lo pequeño para poder ser grande. Propongo crear, en los rincones de tu vida que lo permitan, un mundo libre de decisiones, un mundo lleno de paz.
Propongo mi proyecto cero.
Propones minimalismo. A ver qué hacemos ahora, porque tú dices no ser minimalista 😉
Tampoco creo que proponga minimalismo. Propongo algo diferente. No propongo llevar al mínimo lo que haces. Propongo limitar las exigencias de lo que haces. Que sea mucho o que sea poco depende de la opción de cada uno. Yo lo que propongo es que sea cuál sea esa opción sea más fácil de ejecutar. El minimalismo me parece bien en general, pero tiende a ser exagerado.Un saludo Anca.
Este es un tema interesantísimo.
Pienso que las circunstacias que rodean a una situación siempre son diferentes,y en consecuencia las circunstancias que rodean a la decisión,aunque pensemos que más o menos son las mismas.que no pueden variar mucho de un dia para otro.El tomar de referencia el historial de una situación,más que la situación en ese momento, a la hora de deicidir,es un grave error que nos puede llevar a la más fatídica consecuencia.
Como dices,nuestra concentración a la hora de tomar una decisión tiene que ser directamente proporcional a la consecuencia.
La consecuencia con efecto diminuto,necesita un desgaste diminuto en la decisión.
Toda esa energía de las decisiones con efecto diminuto pienso que se puede ahorrar con sólo un pelín de organización,sin necesidad de vivir de manera esquemática tampoco 🙂
Un saludo.
Ya veo la crítica en lo de “vivir de manera esquemática”. Evidentemente no todas las decisiones requieren un amplio estudio. Soy capaz de elegir entre un batido de fresa y uno de frutas del bosque sin hacer un análisis en profundidad jejeje.
Es que fresas y frutas del bosque es lo mismo casi,jajaja.
No es crítica,es opinión
Las máquinas,robots………y yo no tenemos feeling ninguno en absoluto,nos soportamos el menor tiempo posible y punto:)
Me he quedado un rato pensando en el comentario de las fresas y la fruta del bosque y de entrada he dado por hecho que era muy fácil decidir pq son prácticamente iguales,pero estoy totalmente equivocada,es justo al contrario,si hay menos diferencias es más difícil la decisión,la elección.
Pues no había pensado si es más o menos difícil decidir entre opciones parecidas. Sería interesante pensarlo.