La complejidad de lo sencillo.

“Lo simple puede ser más complicado que lo complejo. Tienes que trabajar duro en tu pensamiento para hacerlo más sencillo. Pero al final merece la pena, porque una vez que lo consigues, puedes mover montañas” Steve Jobs.

Durante mucho tiempo estuve equivocado.

Pensé que era más fácil crear algo sencillo que algo complicado.

No lo es.

Fue Mark Twain quien dijo: “no he tenido tiempo de escribir un carta corta, así que he escrito una larga.” Tenía razón.

Por:flickr.com/photos/127130111@N06/21924358556/

 

La complejidad en las cosas.

 

En la realidad exterior, lo más sencillo se organiza más fácilmente.

Una empresa con un empleado se gestiona mejor que una empresa con mil.

Un cumpleaños con seis amigos se organiza con menos esfuerzo que una boda con trescientos invitados.

Es más fácil organizar un solo partido de fútbol que una liga entre varios equipos.

Viendo todos esos casos del mundo exterior,  concluimos que sencillo es igual a  fácil.

Pero eso no es cierto en la mente.

 

La complejidad en la mente.

En las creaciones de nuestra mente, lo sencillo no es más fácil.

Las cosas exteriores son casi siempre complejas. La producción en una empresa es compleja, la relación entre dos personas en una pareja es compleja, organizar tu productividad es complejo, el funcionamiento de un televisor es complejo.  Todo es complejo porque en todo hay muchas circunstancias que interactúan entre sí.

Si nos limitamos a describir la realidad, tendremos una explicación compleja. Bastará con reflejar lo que hay en la realidad. Para conseguir una explicación sencilla, tendremos que dar un paso más: la simplificación. Tendremos que procesar esa descripción, buscar los elementos importantes, eliminar los accesorios y destilar todo hasta conseguir una explicación sencilla. Sencilla en su formulación pero no sencilla en su origen.

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4 comentarios en «La complejidad de lo sencillo.»

  1. Opino que es un descubrimiento enriquecedor a nivel personal. Que parece sencillo, y muy probablemente no lo sea.
    Creo, desarrollando un poco más allá de tu visión, que la complejidad de lo que empieza tratando de ser sencillo, pequeño, a escala o privado, radica en que precisamente al ser una tarea “pequeña”, se exige más perfección de ella. Nadie espera que un empresario conozca, tenga trato y se comunique adecuadamente con 300 empleados, es una perfección en la dirección que sería utópica, pero quien tiene sólo uno, se ve cuanto menos, desastroso no conocerlos a la perfección.

    En fin, saludos.

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    • Sí, en lo que es más pequeño se espera más perfección. Es lo que pasa con un cuento frente a una novela, o lo que pasa con el padre de un niño frente al que tiene doce. Eso es innegable. Un saludo Kate y gracias por comentar.

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  2. Hoy una compañera (del área de informática) me mostró un sistema que desarrolló para gestión de turnos de una institución de salud. A medida que me lo mostraba lo iba viendo cada vez mas complejo, ya que detrás de una interfaz muy simple había un montón de variables tenidas en cuenta y relacionadas entre si de una manera muy eficiente. Esa fue la interpretación que hice, desde mi lugar de conocer sobre programación.
    ¿Cual fue la interpretación de otra persona que esta allí, y que desconoce totalmente el tema programación?: “Que sencillo es esto, parece fácil de hacer, ¿tanto tardaste en terminarlo?”.

    Qué distintas lecturas!!!! La conclusión que saque en ese momento: “Dime que tan simple te parece y te diré que tan grande es lo que desconoces”. Jajajaja!!!

    Para hacer un buen resumen de un libro no basta con leer un capitulo, verdad? Hay que leerlo TODO y tal vez mas de una vez. El valor de la simpleza (en todos los aspectos que se nos ocurra considerar) es inmenso. Me ha pasado muchas veces haber pensado sobre esto que escribiste Ivan, y coincido 100% con lo que dices. Saludos, que estés muy bien.

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