¿Has sentido alguna vez que tus amigos, tu pareja o tu familia no tienen ni idea de quién eres?
¿Crees que conoces muy bien como son los que te rodean?
Si es así, muy probablemente estás bajo la influencia de la ilusión de la visión asimétrica.
¿Qué es la ilusión de la visión asimétrica?
La ilusión de la visión asimétrica es un sesgo del conocimiento , una trampa de tu mente que te hace creer que conoces mejor a los demás de lo que ellos te conocen a ti.
Hay varios experimentos que demuestran la ilusión de la visión asimétrica. Destacan los realizados en 2001, por Pronin, Ross, Kruger y Savitsky. En ello se comprobó lo siguiente:
– La gente cree que conoce casi toda la personalidad de los demás, pero que los demás les conocen muy poco a ellos.
– Cuando se pregunta a dos compañeros de habitación de universidad quien conoce mejor a quien, los dos creen que conocen mejor al otro.
– Los republicanos creen que ellos conocen mejor a los demócratas. Los demócratas creen que ellos conocen mejor a los republicanos.
La ilusión del iceberg
Es como si tú te vieras sobre un iceberg que es tu personalidad y vieras a cada una persona sobre otro iceberg. Pero crees que casi todo tu iceberg está hundido y que el iceberg de los demás está casi totalmente a la vista.
¿Por qué se produce la ilusión de la visión asimétrica?
Este fenómeno tiene varias causas:
1.Nos conocemos mejor a nosotros mismos que a los demás.
Vivimos en nuestra piel, y sabemos todo lo que ocurre dentro de nosotros. Vemos solo los actos exteriores de los demás pero vemos todos nuestros sentimientos y sensaciones, todas las dudas, todas las pasiones.
Sabemos que somos complejos porque vivimos esa complejidad en nosotros mismos. Sin embargo no vivimos la complejidad de los demás y por eso tendemos a olvidarla.
Pero esto solo explica una parte de la situación. Nos conocemos mejor a nosotros mismos que a los demás. Pero se necesita una explicación adicional de por qué creemos que conocemos mejor a los demás de lo que ellos nos conocen a nosotros.
2 .Pensamos que lo que vemos de los demás demuestra lo que son, pero que lo que se ve de nosotros no demuestra lo que somos.
Es decir, pensamos que si Marta llora es porque Marta es una llorona, pero que si nosotros lloramos es porque hemos tenido un mal día y somos muy sensibles. Pensamos que Raúl nos grita porque es agresivo, pero que le gritamos a él porque estamos bajo mucha presión.
En los experimentos de 2001 a que me refería antes se demostraron dos cosas interesantes:
– El 78% de los sujetos consideró algo interno como el momento más característico de uno mismo, ( por ejemplo: algo como “lo característico de mí es sentirme inquieto cada vez que intento algo nuevo”). Sin embargo solo el 28% de los sujetos consideró algo interno como el momento más característico de los demás ( por ejemplo: “Lo más caractertístico de Pedro es que corre treinta minutos por las mañanas”).
– Se pidió a las personas que completaran las letras que faltaban en una serie de palabras ( algo así como completar c-ño y ver si dices “cuño”, “ceño” o “coño”) la mayoría consideró que las palabras que los demás habían formado mostraban su verdadera personalidad, pero que las palabras que ellos mismos habían formado no mostraban nada.
3.Pensamos que no tenemos puntos ciegos sobre nosotros mismos pero que los demás si los tienen.
Creemos que Carlos no se da cuenta de lo mal que viste, y que Lucía no se da cuenta de la mala imagen que da llegando siempre tarde. Sin embargo pensamos que no ignoramos nada sobre nosotros mismos.
4. Tenemos más interés en conocer nuestras motivaciones que en conocer las motivaciones de los demás. Como un juez aparcado en segunda fila, lanzamos opiniones sobre los demás y los etiquetamos fulminantemente. A la hora de juzgarnos a nosotros mismos, tenemos mucho más cuidado.
La ilusión de la visión asimétrica y la ventana de Johari
El nombre de Johari suena muy raro, pero solo se debe a que fue inventada por un tal John y un tal Harry, y le pusieron un nombre hecho con los nombres de ellos dos, compensando a Harry por ir detrás con una doble ración de sílabas.
La ventana de Johari tiene cuatro cuadrantes.
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La ilusión de la visión asimétrica implica creer que en uno mismo el yo ciego es muy pequeño, y el yo escondido muy grande, mientras que en los demás, el yo ciego es muy grande y el yo escondido es muy pequeño.
Consecuencias de la ilusión de la visión asimétrica
Todo esto de la ilusión de la visión asimétrica está muy bien, pero ¿qué consecuencias prácticas puedes sacar para tu vida? Yo creo que podrías sacar las siguientes.
- Las personas son más complejas de lo que parecen.
Como ocurre con todos los sesgos del conocimiento, el efecto de la ilusión de la visión asimétrica es que vemos la realidad distinta a como es. Al igual que en Estados Unidos algunos retrovisores de los coches advierten de que “Los objetos pueden estar más cerca de lo que parece”, nosotros deberíamos llevar una advertencia que dijera: “las personas pueden ser más complejas de lo que parecen”.
- Tú les pareces a los demás más sencillo de lo que tú crees.
Los demás no se van a parar a mirar todos tus detalles y matices, así que más vale que te preocupes de que las apariencias externas sean las adecuadas. Si te van a etiquetar, mejor que te pongan la etiquetas que tú quieres. No te molestes demasiado si alguien cree conocerte mejor de lo que lo hace: Todos estamos bajo la influencia de la ilusión de la visión asimétrica. Intenta comprender a los demás cuando les ocurra porque a ti también te ocurre muchas veces.
- La mayor parte de las personas piensa que no sabes realmente como son.
Todos piensan que deberías tomarte más tiempo para conocerlos. Nadie cree que conozcas su naturaleza verdadera. Cualquier esfuerzo que inviertas en ese sentido será bien compensado.
- Los otros grupos creen conocer a tu grupo mejor de lo que vosotros les conocéis a ellos.
Da igual que se trate de grupos de amigos, grupos políticos, grupos deportivos o de cualquier otro tipo. Cada grupo piensa que conoce mejor al otro. Y eso es casi siempre una fuente de conflictos.
No conoces tan bien a los demás como crees. Y ellos creen que saben más de ti de lo que saben realmente. Quizá sabiéndolo podamos tomarnos más interés en conocer a los otros y ser un poco menos duros con los demás.