Cuando tratamos de ser eficaces, pensamos en cualquier tipo de truco para conseguir hacer más cosas en menos tiempo. Las tareas son muchas, cada día más, y no tenemos tiempo para todas, así que vamos como el conejo de Alicia, intentando correr para llegar a todos lados.
Pero no es posible.
Hemos de cambiar nuestra mentalidad, y una buena manera de cambiar la mentalidad es cambiar las preguntas que hacemos.
La mejor pregunta para mejorar tu productividad
En su libro Great at Work, Morten T Hansen nos da la pregunta clave para ser más productivos:
En lugar de preguntar cuántas tareas puedes abordar dadas tus horas de trabajo, pregunta de cuántas puedes deshacerse dado lo que debes hacer para sobresalir
A lo largo del día tenemos muchas tareas que no nos aportan gran cosa. Solamente suponen una carga en nuestro día a día sin casi producirnos ningún beneficio. Ese tipo de tareas son las que tenemos que cortar.
La supresión de cualquier tarea improductiva es un éxito, pero si además consigues eliminar una tarea que sea recurrente, de esas que tienes que hacer todas las semanas o incluso todos los meses, el éxito será mayor.
Pregúntate: ¿de qué tareas te puedes deshacer sin que suponga un perjuicio?