La verdad sobre la mentira.

“Come on and lay with me
Come on and lie to me
Tell me you love me
Say I’m the only one”

“Lie to me”. Depeche mode. 

“Ven y túmbate conmigo/vamos, y miénteme/Dime que me quieres/y que soy el único. 

 

La mentira forma parte de las cosas que nos preocupan mucho. Constantemente en las redes sociales, se está hablando de que una persona ha mentido y de lo importante que es la sinceridad. Pero  ¿qué es realmente la mentira?.

¿Qué hace que mintamos?

Según el autor Dan Ariely  lo que produce la mentira es la intención de obtener un beneficio para nosotros. Y lo que hace que no mintamos más, no es tanto la posibilidad de ser pillados, sino la necesidad de sentirnos bien con nosotros mismos, y de sentirnos honestos.

Hay alguna gente que miente siempre, y alguna gente ( teóricamente) que no miente nunca. La mayor parte de nosotros sin embargo estamos en esa zona gris, en la que somos capaces de mentir según sean las circunstancias.

Tipos de mentiras

En mi opinión el posible objetivo de la mentira puede ser obtener algo material, pero más frecuentemente aún ( aunque mucho más difícil de medir en un experimento) la obtención de algo inmaterial.

Y puede ser para obtener un beneficio o para evitar una pérdida.

También puede ser para conseguir algo nosotros mismos o para que lo consigan otras personas.

Incluso es posible mentir para que alguien no obtenga algo, o rizando más el rizo, mentir para no obtener nosotros algo.  Quizá porque pensamos que no lo merecemos o porque queremos que lo tenga otra persona.

Por ello es difícil establecer un criterio único que sirva para todas las mentiras. Sin embargo apoyándonos en la investigación de Ariely podemos preguntarnos que hace que mintamos, y que lo impide.

 

¿Quién le está mintiendo a quién?
¿Quién le está mintiendo a quién?

 

 

¿Qué influye en que mintamos más o menos?

Ariely ha hecho numerosas pruebas. Dejaba unos ejercicios a los sujetos del experimento,  pagándoles una cantidad por cada uno que resolvieran. Sus resultados son los siguientes :

Curiosamente la posibilidad de beneficio económico no hace que mintamos más sino un poco menos.

La explicación podría estar en que al obtener un mayor beneficio económico es más fácil que la persona sienta que está robando y por tanto esté incómoda mintiendo.

– La posibilidad de ser pillado o no en la mentira curiosamente no afecta , según Ariely, a la facilidad de la gente para mentir.

Este dato es muy sorprendente y sin embargo es a la vez bastante compatible con la visión de que el límite está en la necesidad de sentirse bien con uno mismo, lo cual no cambia con la posibilidad de ser pillado o no.

En este punto sin embargo creo que no estoy muy de acuerdo con Ariely. Quizá en su experimento concreto eso no influyera pero parece evidente que por ejemplo es mucho más fácil que alguien mienta en su declaración de la Renta ( yo no miento señores de la Agencia Tributaria por si lo están leyendo)  si piensa que no le van a pillar.  En el experimento de Ariely el ser pillado no produciría consecuencias muy graves. Si las circunstancias si fueran por el contrario graves, posiblemente los resultados fueran distintos.

 

– Cuanta mayor distancia hay respecto entre el beneficio económico  y el mentir, más fácil es que se mienta.  

Esto parece bastante claro. Si yo miento y con ello consigo unos puntos que me permitirán optar a conseguir regalos no tengo la misma sensación de estar robando que si me dan un vale por dinero. Y el mismo vale de dinero parece menos robo que si me dieran el dinero en efectivo contante y sonante.

La mentira es contagiosa.  Cuando hay gente alrededor que miente es más fácil hacerlo. 

En un estudio de 2005  (de Carrell, Malmstrom y West) se comprobó en tres academias militares americanas, que el nivel de trampas estaba determinado por el número de trampas que realizaban otros compañeros.

En las universidades españolas ( en la mía por lo menos) era muy frecuente que la gente copiara ( yo nunca lo he hecho, hasta para eso soy raro). Siempre me ha llamado la atención que se viera “el copiar” con esa laxitud: el que está alterando sus resultados está alterando los resultados de los demás ya que las calificaciones se suelen determinar por referencia a la media de la clase ( es muy frecuente el uso de la famosa “campana de Gauss” para las calificaciones).

En Estados Unidos son conscientes de esto, y en las clases se mira con auténtico desprecio a la persona que copia.

La sensación que tengo yo es que en el caso de que otras personas hagan trampas, nuestra imagen no se ve tan deteriorada respecto a nosotros mismos si también lo hacemos nosotros. Incluso nos sentimos legitimados por la injusticia que produciría quedarnos atrás por las trampas de los demás.

 – El hecho de usar marcas falsas, favorece la mentira. 

Esto puede sonar a cachondeo pero parece que es cierto. El llevar algo falso, nos hace sentir impostores ( ¿quién no ha comprado un reloj falso en un mercadillo?). Y al existir esa imagen de nosotros mismos, es más fácil mentir.  Creo que se podría escribir un libro solo con esto: “”Nunca te fies de alguien que lleve un Lacoste falso”.

– El tener la energía de voluntad gastada también favorece la mentira. 

La fuerza de voluntad se gasta con el uso, hasta que descansamos y la recuperamos. El resistirse a las ventajas de mentir, es un gasto de fuerza de voluntad. Así que cuanto más cansados estemos más mentimos.

Dado que siempre se dice que la glucosa produce una subida temporal de la energía, y de la voluntad, quizá si no quieres que alguien te mienta le puedas dar una golosina para que se recupere. Quizá no sirva pero igual la mentira que te cuenta es más dulce.

– El pensar que la mentira favorece al grupo también favorece que se mienta.  

Nos sentimos menos mal si mentimos por un propósito, por defender a un grupo. Es una especie de estado de necesidad que nos justifica y hace que no nos sintamos deshonestos.

– Los recordatorios de algo moral hacen que la gente mienta menos. 

Si antes de hacer las preguntas se hace que la gente recuerde los 10 mandamientos o el código de conducta de la universidad, las mentiras decrecen. Supongo que el hecho de ponerse en contacto con ese lado más ético de nuestra persona, hace que mentir resulte más incómodo.

– El hecho de ser consciente del propio nombre hace que se mienta menos. 

Ariely dice que han comprobado en pólizas de seguros de coches que la gente miente menos cuando sus firmas están puestos al principio y no al final del documento.

Al firmar las personas se hacen conscientes imagino, de que lo que hagan tiene una conexión directa con sus personas, y por tanto con su imagen de sí mismos.

 

Sin embargo hay una cosa muy importante de las mentiras de la que no he hablado aquí: ¿por qué nos molesta tanto que nos mientan?. Si lo queréis saber, en otro post venidero estará la respuesta.

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6 comentarios en «La verdad sobre la mentira.»

  1. Yo siempre creí que las mentiras más comunes o abundantes no eran las que se decían para obtener algo sino las que se dicen por vergüenza, pro quedar bien, las.. ‘mentirijillas’.
    Yo soy al contrario que Minimus, no me gusta mentir aunque la verdad fuese cruel o amarga. Aunque no puedo decir ‘siempre’ ni ‘nunca’… lo dejamos en un: Casi siempre, digo la verdad.
    Un saludote gordo 😀

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    • A minimus le gustan las paradojas más que las mentiras. Yo suelo decir la verdad, a veces demasiado incluso. Y posiblemente es por eso, por mí mismo. De hecho cada vez que uno se siente compelido a ser sincero tengo la sensación de que no es por hacer un servicio a la otra persona, sino por estar en sintonía con la imagen de mí mismo como una persona capaz de decir lo que piensa en una situación.
      Un saludo.

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  2. Siempre me ha gustado Depeche Mode pero nunca había escuchado esa canción.
    No se puede transmitir de una forma más verdadera un sentimiento,asumiendo y deseando de manera consciente que nos mientan para sentirnos bien.
    ¿por qué se desea esa situación? pq no podemos mentirnos ni engañarnos a nosotros mismos sobre lo que sentimos.
    Las mentiras sólo crean desconfianza y son síntoma de debilidad.Tarde o temprano se descubren pq”se pilla antes a un mentiroso que a un cojo” y entonces damos la misma impresión de descrédito que un vikingo con una espada de gomaespuma.
    Me gusta la gente sincera que va de cara.
    Me encanta que el chocolate refuerce mis verdades, más chocolate=menos mentira !!! me gusta la fórmula !!!! 🙂

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