Las citas más importantes de Daniel Kahneman

El veintisiete de marzo de dos mil veinticuatro falleció Daniel Kahneman, el psicólogo que revolucionó la economía.

Kahneman expuso los prejuicios mentales arraigados en el comportamiento económico de las personas y fue merecedor del Nobel de Economía en dos mil dos.

Como homenaje a él te traemos las citas más importantes: extraídas en gran parte de su libro Thinking fast and slow, pensando rápido, pensando despacios, una de las obras más influyentes de no ficción de los últimos años.

Aquí las tienes.

Una manera fiable de hacer que la gente crea en falsedades es la repetición frecuente, porque la familiaridad no se distingue fácilmente de la verdad. Las instituciones autoritarias y los mercadólogos siempre han conocido este hecho. 

Nada en la vida es tan importante como crees que es, mientras lo estás pensando. 

Nuestra reconfortante convicción de que el mundo tiene sentido se basa en una base segura: nuestra capacidad casi ilimitada para ignorar nuestra ignorancia. 

Si te importa ser considerado creíble e inteligente, no utilices un lenguaje complejo cuando uno más simple servirá. 

La inteligencia no es solo la capacidad de razonar; también es la capacidad de encontrar material relevante en la memoria y de desplegar atención cuando sea necesario.

El psicólogo, Paul Rozin, un experto en asco, observó que una sola cucaracha arruinará por completo el atractivo de un tazón de cerezas, pero una cereza no hará nada en absoluto por un tazón de cucarachas. 

La idea de que el futuro es impredecible se socava todos los días por la facilidad con la que se explica el pasado. 

El dinero no te compra la felicidad, pero la falta de dinero ciertamente te compra la miseria. 

Por extraño que parezca, soy mi yo recordante, y el yo que experimenta, quien vive mi vida, es como un extraño para mí. 

Esta es la esencia de las heurísticas intuitivas: cuando nos enfrentamos a una pregunta difícil, a menudo respondemos una más fácil en su lugar, generalmente sin notar la sustitución. 

Somos propensos a sobreestimar cuánto entendemos sobre el mundo y a subestimar el papel del azar en los eventos. 

Podemos ser ciegos a lo obvio, y también estamos ciegos a nuestra ceguera. 

Una ley general de “mínimo esfuerzo” se aplica tanto al esfuerzo cognitivo como al físico. La ley afirma que si hay varias formas de lograr el mismo objetivo, las personas eventualmente gravitarán hacia el curso de acción menos exigente. En la economía de acción, el esfuerzo es un costo, y la adquisición de habilidad está impulsada por el equilibrio entre beneficios y costos. La pereza está profundamente arraigada en nuestra naturaleza. 

La confianza que los individuos tienen en sus creencias depende principalmente de la calidad de la historia que pueden contar sobre lo que ven, incluso si ven poco. 

Siempre he creído que la investigación científica es otro dominio donde una forma de optimismo es esencial para el éxito: aún tengo que conocer a un científico exitoso que carezca de la capacidad de exagerar la importancia de lo que está haciendo, y creo que alguien que carece de un sentido delusional de importancia se marchitará frente a experiencias repetidas de múltiples pequeños fracasos y éxitos raros, el destino de la mayoría de los investigadores. 

La forma más fácil de aumentar la felicidad es controlar el uso de tu tiempo. ¿Puedes encontrar más tiempo para hacer las cosas que disfrutas? 

Una manera fiable de hacer que la gente crea en falsedades es la repetición frecuente, porque la familiaridad no se distingue fácilmente de la verdad. El mundo tiene mucho menos sentido del que piensas. 

La coherencia proviene principalmente de la forma en que funciona tu mente. 

Es más probable que aprendas algo encontrando sorpresas en tu propio comportamiento que escuchando hechos sorprendentes sobre las personas en general. 

El estado de ánimo afecta evidentemente la operación del Sistema 1: cuando estamos incómodos e infelices, perdemos el contacto con nuestra intuición. Estos hallazgos se suman a la creciente evidencia de que el buen humor, la intuición, la creatividad, la credulidad y una mayor dependencia del Sistema 1 forman un grupo. En el otro polo, la tristeza, la vigilancia, la sospecha, un enfoque analítico y un mayor esfuerzo también van juntos. Un buen estado de ánimo afloja el control del Sistema 2 sobre el rendimiento: cuando se está de buen humor, las personas se vuelven más intuitivas y más creativas pero también menos vigilantes y más propensas a errores lógicos. 

La ilusión de que entendemos el pasado fomenta una excesiva confianza en nuestra capacidad para predecir el futuro.

La familiaridad engendra simpatía. 

La confianza es un sentimiento, que refleja la coherencia de la información y la facilidad cognitiva para procesarla. Es sabio tomar en serio las admisiones de incertidumbre, pero las declaraciones de alta confianza principalmente te dicen que un individuo ha construido una historia coherente en su mente, no necesariamente que la historia sea cierta. 

Nada en la vida es tan importante como crees que es cuando estás pensando en ello. 

La prueba del aprendizaje en psicología es si tu comprensión de las situaciones que encuentras ha cambiado, no si has aprendido un nuevo hecho. 

La adquisición de habilidades requiere un entorno regular, una oportunidad adecuada para practicar y comentarios rápidos e inequívocos sobre la corrección de pensamientos y acciones. 

Las personas tienden a evaluar la importancia relativa de los problemas por la facilidad con la que se recuperan de la memoria, y esto está determinado en gran medida por el alcance de la cobertura en los medios. Los temas mencionados con frecuencia pueblan la mente incluso mientras otros se desvanecen de la conciencia. A su vez, lo que los medios eligen informar corresponde a su visión de lo que actualmente está en la mente del público. No es casualidad que los regímenes autoritarios ejerzan una presión sustancial sobre los medios independientes. Debido a que el interés público se despierta más fácilmente por eventos dramáticos y por celebridades, las frenesíes mediáticas son comunes. 

Una persona que no ha hecho las paces con sus pérdidas es probable que acepte apuestas que serían inaceptables para él de otro modo. 

La premisa de este libro es que es más fácil reconocer los errores de otras personas que los nuestros.

 

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