Los hombres tienden a sobreestimar su inteligencia

Según uno de los autores de un reciente estudio publicado en la revista Frontiers in Psychology, en el que se constata que los hombres son más propensos que las mujeres a sobrestimar sus puntuaciones de cociente intelectual (CI), el patrón parece estar relacionado con el grado de masculinidad de una persona, más que con su sexo asignado al nacer.

No obstante, cabe mencionar que la validez y la ética de los tests de CI han sido muy cuestionadas. No obstante, este nuevo estudio es instructivo porque analiza las disparidades de género en la forma en que las personas brillantes se ven a sí mismas.

En The Conversation, David Reilly, de la Universidad de Griffith (Australia), señaló: “Los estudios de psicología e inteligencia son inequívocos: los hombres y las mujeres no difieren en su verdadero coeficiente intelectual”. “No existe el ‘sexo más inteligente'”.

No obstante, el cociente masculino de una persona, o “género psicológico”, determinado por el examen del Inventario de Roles Sexuales de Bem en este estudio, parece tener ramificaciones significativas en la forma en que las personas evalúan su propia capacidad cognitiva, según Reilly. En resumen, descubrieron que aquellos que actúan de forma más masculina, independientemente de su sexo asignado al nacer, creen que son más inteligentes.

Los fascinantes descubrimientos no terminaron ahí. Aunque el sexo que se asignó a una persona al nacer siguió siendo el factor más importante a la hora de evaluar su propio coeficiente intelectual, el estudio descubrió que “las personas muy masculinas se evalúan a sí mismas como más inteligentes” era un tema común entre los 228 participantes, 103 de los cuales se identificaron como hombres y 125 como mujeres.

Este no es el primer estudio de este tipo -hay un montón de ellos, con resultados dispares-, pero sí es uno de los primeros en incluir el “género psicológico” en la ecuación, y en descubrir que las mujeres que puntúan alto en masculinidad en el Inventario de Roles Sexuales de Bem tienen los mismos rasgos de auto-engrandecimiento que los hombres.

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