Por fin ha llegado el camarero a tomar nota de los platos. Es un restaurante con un menú barato y hoy viernes está lleno. El camarero recita los platos como quien reza el rosario aunque por suerte pronuncia bien.
– De primero bla, bla, bla – el camarero mira a la distancia mientras recita lo que casi parece una oración-.
¿Qué plato vas a elegir?
No soy adivino. Pero apostaría a que vas a escoger el primer plato que te ha dicho. ¿Por qué? Por el sesgo de los primeros.
El sesgo de los primeros.
Jesucristo dijo que los últimos serían los primeros. Y quizá sea así en el reino de los cielos. Pero en la tierra es todo lo contrario.
En los humanos y en los animales, los primeros siempre tienen ventajas. Lo que se experimenta primero se recuerda mejor, produce más apego, se asocia más al yo, influye más en las impresiones y persuade de una manera más efectiva.
Los pollitos cuando nacen sienten apego a lo primero que ven, sea un animal, un objeto o incluso un experimentador (como el alemán Konrad Lorenz que consiguió que los patos que le vieron nada más nacer le siguieran como si fuera su madre).
En un debate, el primer argumento que se da es el que tiene más poder de persuasión y el más capaz de cambiar la opinión de otros.
Sin embargo, en cuanto al comportamiento de los seres humanos, los resultados de estudios anteriores no han sido del todo claros. ¿Preferimos realmente los seres humanos la primera opción que se nos presenta?
El sesgo de los primeros y los modos de pensamiento.
Dana R. Carney y Mahzarin R. Banaji son los responsables de un estudio de 2012. En ese estudio, explican que los resultados poco sólidos de los estudios anteriores se explican por la diferencia entre los dos modos de pensamiento. En el pensamiento inconsciente el sesgo de los primeros aparece con mucha mayor frecuencia. Sin embargo en el pensamiento consciente, la influencia de ese sesgo se reduce mucho.
Experimentos para demostrar el sesgo de lo primeros.
Carney y Banaji hicieron tres experimentos para demostrar el sesgo de los primeros.
En el primero de los experimentos se dio a elegir a sujetos del estudio entre dos equipos de personas al que unirse, dos vendedores y dos vendedoras a las que comprar un producto. En todos esos casos los sujetos del experimento eligieron preferentemente a los presentados primero.
En el segundo de los experimentos se dio a elegir a varias personas entre dos tipos de chicles parecidos. El 62% de las personas prefirió el chicle presentado en primer lugar y solo un 38% el presentado en segundo lugar.
En el tercer experimento se dio a elegir cuál de los dos delincuentes presentados debía permanecer en prisión en lugar de obtener la prisión condicional). A pesar de que la formulación de la pregunta era negativa, se prefirió en más ocasiones para la obtención de la prisión condicional al delincuente presentado en primer lugar.
Por qué preferimos lo primero que experimentamos.
Carney y Banaji apuntan varias teorías:
- Lo primero que vemos cuando nacemos es lo que es nuestro y es seguro. Nuestra madre, nuestra familia, nuestra tribu. Tiene sentido desde el punto de vista evolutivo que prefiramos eso.
- Quizá preferimos aquellas cosas que aparecieron primero en nuestra vida, ya hemos probado y hemos visto que no nos hacen daño.
- En el mundo animal, el primer animal en una fila suele ser el de mayor rango.
- El primero opera como “estándar dorado”, como el punto de referencia con el que se comparan las demás cosas. Si comienzas en A y lo comparas con B es probable que veas A más favorablemente que si comienzas en B y lo comparas con A. (Estudio).
Consecuencias prácticas.
Se me ocurren diversas consecuencias útiles para tu día a día.
Siempre que vayas a tratar de ser elegido para algo, es mejor si tratas de ser la primera opción que se presenta.
Si tienes que presentar una oferta a un cliente, intenta hacerlo antes que tu competencia.
Si quieres ir al cine, es mejor que le digas a tu pareja ¿vamos al cine o a cenar? En lugar de ¿vamos a cenar o vamos al cine?
Si estás dudando si acercarte a hablar con una chica, no esperes a que otro lo haga antes.
En un debate, presenta tu argumento más fuerte primero.
Cuando tengas interés en escoger la mejor opción de algo, piensa racionalmente si no estás valorando demasiado lo primero que aparece.
Y si vuelves a leer alguna vez acerca del “sesgo de los primeros”, recuerda que aquí lo leíste antes.
¿Se te ocurre alguna otra aplicación práctica del sesgo de los primeros? Puedes escribirla en los comentarios. Obviamente el primero será el más importante 🙂
LEER MÁS: Si quieres leer más sobre sesgos del conocimiento, aquí tienes unos cuantos.
Me parece que si el receptor lo tiene claro, da igual lo que le presentes primero. En cualquier caso, se me ocurre que, en el caso de ofrecer alternativas de comida a los niños, siempre decirles primero la que consideras más adecuada.
Me gusta el artículo, gracias.
Un saludo Luis y gracias por comentar.
Escoger el primer plato de los menús del día es el “sesgo de los primeros”, y lo de preguntar por un postre o plato distinto después de oir las 5-8 opciones distintas? a eso como se le puede llamar? “el sesgo del descarte”? lo digo en tono de broma, pero en la realidad sucede a menudo.
“Y si vuelves a leer alguna vez acerca del “sesgo de los primeros”, recuerda que aquí lo leíste antes.” Creo que leere más sobre esto, pero tienes razón, aquí lo leí antes, y estoy de acuerdo, la primera opinión resulta màs dificil de olvidar, crea una referencia, y condiciona a las siguientes, ahora solo tengo una duda ¿exsste el sesgo del ultimo? porque creo que el ultimo tambien tiene una influencia mayor que el resto.
Pues estoy seguro de que sí. Investigaré sobre ello.