¿Qué es lo más importante para ti? ¿Lo que tú pienses de ti mismo o lo que piensen los demás?
El estatus o la felicidad
Todos buscamos el reconocimiento de los demás. No es un defecto, es la manera en la que estamos hechos. En un entorno primitivo, un animal social no es capaz de sobrevivir si no tiene el suficiente reconocimiento de los demás, el suficiente estatus. Un hombre de las cavernas que fuera repudiado por su tribu se encontraría solo y abandonado ante los numerosos peligros de la época y acabaría seguramente muriendo.
En el mundo moderno, donde no hay tantos peligros, el estatus es importante pero no es una cuestión de vida o muerte.
Mientras el hombre primitivo se conformaba con sobrevivir, el hombre moderno espera además ser feliz, y es difícil ser feliz cuando no estás contento contigo mismo. Sin embargo , el deseo primigenio de ser aceptados nos arrastra lejos de nuestra propia naturaleza.
Ya lo dijo Ralph Waldo Emerson
Ser uno mismo en un mundo que intenta constantemente convertirte en otra cosa es el mayor logro.
Entonces ¿cómo conseguir centrarte en lo que tú quieres y no la aprobación de los demás?
El marcador interno
Warren Buffet definió muy bien cómo conseguir centrarte en lo que tú quieres y no en lo que quieren los demás. En la biografía de Warren Buffet, Bola de nieve: Warren Buffet y el negocio de la vida ( The Snowball: Warren Buffett and the Business of Life)
La gran pregunta sobre el comportamiento de las personas es si tienen una tarjeta de puntuación interna o externa. Ayuda si puedes estar satisfecho con una Tarjeta de Puntuación Interna. Siempre lo planteo así. Digo: “Míralo. ¿Preferirías ser el mejor amante del mundo, pero que todos piensen que eres el peor amante del mundo? ¿O prefieres ser el peor amante del mundo pero que todos piensen que eres el mejor amante del mundo?” Esa es una pregunta interesante — Warren Buffett
Buscar tu aprobación o la de los demás
Nassim Taleb dijo una vez en un post de facebook lo siguiente:
La solución óptima para ser independiente e íntegro sin dejar de ser un animal social es: buscar en primer lugar tu propia autoestima y, de forma secundaria y condicionada, la de los demás, siempre que tu imagen externa no entre en conflicto con tu propia autoestima. La mayoría de las personas lo entienden al revés y buscan la admiración del colectivo y algo llamado “buena reputación” a costa de la autoestima, ya que, por desgracia, ambas entran en conflicto con frecuencia en la modernidad.