Nunca vas a ser top model.

“Me gustaría parecerme a Cindy Cradwford”

Cindy Crawford , para los que son más jóvenes y no la conocen,  es una famosa top model de hace unos años. La de la foto de abajo.

 

 

Por: flickr.com/photos/97930879@N02/9644756544/
Esta es Cindy Crawford. Bueno, o quizá no.

 

Esa frase seguramente la habrán pronunciado miles o millones de chicas en el mundo. Pero una de las ocasiones en que se pronunció fue muy especial. Fue la propia  Cindy Cradwford quien la pronunció, manifestando así que ella realmente no era ni mucho menos tan perfecta como parecía en las fotos. Si Cindy Cradwford no era en realidad como Cindy Cradwford ¿quién podría aspirar a serlo?

Nunca vas a ser top model

 

La publicidad nos vende un modelo de belleza que es a veces muy complicado de conseguir y a veces directamente imposible.  No todo el mundo puede tener las medidas perfectas. Pero aún si tuvieras las medidas perfectas, seguirías teniendo imperfecciones. Todos tenemos imperfecciones. Aunque fueras top model, no serías lo que los demás vemos cuando miramos en algún medio a una top model.

Basta con ver lo que el Photoshop haría a cuatro mujeres corrientes para comprobar que lo que vemos en la publicidad es todo mentira. El vídeo está en inglés, pero se entiende solo viendo las imágenes.

 

 

Y al igual que pasa con las mujeres, también a los hombres se nos vende un tipo de cuerpo que es imposible de conseguir ( al menos sin drogas o Photoshop).

El resultado de esa publicidad es para muchas personas, una insatisfacción muy grande con sus cuerpos y con los cuerpos de sus parejas.

A los anunciantes no les interesa nuestro bienestar. Ni siquiera es que no les importe. A los anunciantes les interesa directamente que no seamos felices. Porque las personas felices consumen solo lo que necesitan. Y las personas infelices consumen lo que no necesitan pensando que eso les dará la felicidad.

El objetivo de la publicidad es hacer que nos sintamos infelices, indicarnos cómo estaríamos si fuéramos felices y luego vendernos una manera milagrosa de llegar desde la infelicidad a la felicidad.

La publicidad no duda en mentir y engañarnos. En crearnos expectativas imposibles y complejos.

La charla de TED que está justo debajo trata el tema de cómo se considera a la mujer en la publicidad. El caso del hombre puede ser algo menos sangrante, pero se está acercando cada vez más.

Lo que no quiero decirte.

No me quiero ir al extremo contrario. No quiero contarte que no importa tu atractivo, que simplemente has de aceptarte cómo eres. Ya hay miles de personas que te van a decir eso para hacerte sentir bien. Porque al igual que la publicidad nos quiere hacer sentir infelices, hay muchos gurús que te querrán hacer sentir bien sin esfuerzo para ganarse tu aplauso. Y que te dirán que todas las mujeres son igualmente hermosas ( aun no he escuchado a nadie decir que todos los hombres son atractivos, pero llegará cualquier día).  No creo que no importe el atractivo,  y no voy a decir nada que no creo por muy bien que me hiciera quedar.

Lo que creo es que hay dos tipos de cosas:

  • Las cosas que no puedes cambiar.
  • Y las cosas que sí puedes cambiar.

Las cosas que no puedes cambiar tienes que aprender a aceptarlas. Si eres muy bajito o demasiado alto, más te vale aceptarlo porque no va a cambiar de un día para otro. Si tienes muchos años o tienes alguna enfermedad o minusvalía, también tienes que aprender a aceptarlo.  Y quiero que sepas que aunque otros te digan que da igual, no es cierto. Habrá veces en que no importe, y habrá en que será un problema. Es tu misión aprender a aceptarlo.

Pero hay muchas cosas que sí puedes cambiar. Puedes estar más en forma, puedes vestirte mejor, puedes arreglarte de otra manera. En eso sí has de esforzarte por cambiar. Pero una vez que ya estés haciendo algo, mientras las cosas se solucionan y no se solucionan, tienes que aceptarte cómo eres en ese momento. Deseando cambiar, pero sabiendo que aceptas no haberlo conseguido aún.

 

Por: flickr.com/photos/dspender/3354312914/

Lo que quiero acabar contándote.

Uno siempre tiene que intentar mejorar. Y el físico es una cosa más de las que hay que cambiar. Sin embargo es cierto que hoy en día se valora excesivamente el atractivo. Posiblemente por la importancia de la televisión y la imagen por internet. Y se habla del deporte, que es importante, como si fuera lo más importante. Y no lo es. Ocuparte del físico sí, obsesionarte nunca.

Puesto a elegir obsesionarte por algo, sería preferible que lo hicieras con aprender más cosas y ser cada día mejor. Pero hazlo sin ignorar que mucha gente te va a seguir juzgando solamente por cómo eres por fuera. Es tu responsabilidad  decidir lo que eso te importa.

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