Muchas personas desean que la riqueza se distribuya más. Que los ricos sean menos ricos y los pobres sean menos pobres.
Pero ¿cuál es la motivación de la mayoría de esas personas? ¿Lo hacen por un ansia de justicia o por su propio beneficio?
La motivación para la redistribución de la riqueza
En un estudio de septiembre de 2016 se trató de comprobar la motivación que las personas tienen para desear la redistribución de la riqueza.
En el experimento se quiso saber cómo cambiaban las motivaciones de los individuos al conocer su propia posición de ingresos.
Cuando las personas no sabían si tendrían muchos ingresos o pocos, su opinión es que se debía hacer muy poca redistribución.
Al saber ya si tenían muchos o pocos ingresos, una mayoría de personas (70%) optó por una redistribución conveniente a sus intereses. Las personas con más ingresos propusieron que no se hiciera ninguna redistribución y las personas con menos ingresos propusieron que fuera una redistribución muy intensa.
Conclusiones
Una y otra vez nos encontramos, que debajo de las palabras y las ideas, está el propio interés. El ser humano es un animal egoísta, como todos los demás animales. Pero es el único que se molesta en intentar engañarse.
La gran mayoría de las personas que claman por una mayor redistribución de la renta lo hacen porque tienen pocos recursos y desearían tener más. No lo hacen por justicia y si tuvieran muchos recursos, opinarían justo lo contrario.
Quizá esas personas no son conscientes de que lo hacen por interés propio. Quizá ellas mismas piensan que buscan la justicia. Pero en el fondo, como casi siempre, está la búsqueda del propio interés.
Ya, quizá has leído esta entrada y no te ha gustado. Lo siento. Mi deber es recordarte lo que somos: un ser que busca su supervivencia y reproducción. Quizá te parezca duro de aceptar, pero es lo mismo que busca un oso, una trucha o un martín pescador. La vida no la he inventado yo. El ser humano es capaz de cosas muy buenas, pero es esencialmente egoísta. Negarlo solo produce perjuicios, porque impide que la búsqueda del interés propio sirva para mejorar la sociedad.