Una de los primeros consejos que te dará cualquier experto en finanzas es que tengas unas reservas por lo que pudiera suceder.
Creo que pocas personas pensarán que ese es un mal consejo. En la vida pueden pasar muchas cosas, y conviene estar preparado para ello.
Pero si nos parece tan bueno para las finanzas, ¿por qué no lo aplicamos a otros campos?, ¿por qué no lo aplicamos a las relaciones?
La reserva de los sentimientos positivos.
Todas las relaciones pasan por momentos buenos y momentos malos.
¿Por qué no guardar entonces algunos de esos sentimientos positivos que nacen durante las épocas buenas para las épocas que no lo sean tanto?
Tenemos dos maneras de mirar las cosas. Es como si nuestros recuerdos en cualquier relación estuvieran divididos en dos partes por un inmenso muro.
Cuando estamos contentos, pasamos al lado de la felicidad y solo vemos las cosas que nos hacen felices. Nos cuesta recordar los malos momentos y si los recordamos, no nos importan tanto.
Cuando estamos enfadados, por el contrario, pasamos al otro lado del muro. Solo vemos los recuerdos negativos.
¿Cómo crear una reserva de sentimientos positivos?
Lo importante al crear una reserva de sentimientos positivos, es que podamos acceder a ella en los momentos negativos. En esos momentos no vamos a poner un gran esfuerzo para pensar en cosas positivas. Por eso tiene que ser de fácil acceso. No basta con que sea algo mental, ha de ser por escrito.
Básicamente se trata de una lista de cosas positivas que haya hecho esa persona. Recopila todo lo positivo que vaya ocurriendo y tenlo en algún lugar adecuado para cuando necesites consultarlo.
Una reserva especial de sentimientos positivos.
Y por qué reservar los sentimientos positivos para los demás.
¿Por qué no crear una reserva de sentimientos positivos para ti mismo?
¿Qué cosas te gustan de ti?
¿Qué cosas has logrado?
¿De qué te sientes orgulloso?
Ponlo todo en una hoja que puedas consultar cada vez que te sientas mal.
Las emociones nos llevan de un lado a otro. A veces donde no queremos. Por eso tenemos que tener alguna manera de centrarnos. De volver nuestra mente a un lugar de equilibrio. La reserva de sentimientos positivos es una buena herramienta para conseguirlo.
Buena idea Iván.