La mejor táctica para ser un gran conversador
¿Qué táctica hay que seguir para ser un gran conversador?
La mejor táctica para aprender a ser un gran conversador no tiene nada que ver con lo que puedas decir, al contrario, la mejor táctica se refiere a lo que no dices: La mejor táctica para ser un buen conversador es aprender a escuchar.
¿Cuantas personas conoces que sean buenas escuchando? Desgraciadamente seguro que pocas. La mayoría posiblemente no prestan la atención que desearías cuando hablas. O quizá incluso te interrumpen. O peor aún no te dejan ni siquiera hablar y cuando lo intentas levantan aún más la voz para que no puedas hacerlo.
Precisamente por lo complicado que es encontrar a personas que sepan escuchar y por la sensación de satisfacción que nos produce cuando nos escuchan, es por lo que se valora tanto a la gente que sabe escuchar.
¿Por qué es tan difícil escuchar?
El primer motivo de que escuchar sea difícil es que por lo general nos suscita muy poco interés lo que los demás tengan que decir. Quizá lo mejor para esto sea pensar que todo el mundo tiene cosas que aportar, y que nunca sabes que persona te va a hacer ver algo que pueda ser importante para ti.
El otro problema que existe al escuchar es que nuestro cerebro es capaz de pensar más rápido de lo que nuestra lengua es capaz de hablar ( aunque hay personas tan parlanchinas que nos hacen dudar de que eso sea así). Por eso se crean tiempos muertos en nuestra mente al escuchar. Si no solucionamos de alguna manera esos tiempos muertos acabaremos distrayéndonos.
Estrategias probadas para escuchar mejor:
Hay muchas cosas que puedes hacer para escuchar de una manera más efectiva:
- Elimina los prejuicios y las ideas preconcebidas. No decidas de antemano la valoración sobre lo que esa persona va a decir.
- Elimina todo lo que pueda distraerte a ti o a quien habla, como los movimientos repetidos e impacientes. Ni que decir tiene que es una pésima idea mirar el móvil o ver la tele mientras te hablan.
- Mantente en silencio cuando la otra persona esté escuchando, para darle su espacio para hablar.
- Procura establecer el contacto visual con la persona que habla. El contacto visual conviene mantenerlo casi todo el tiempo cuando escuchas. Cuando hablas lo conveniente es a veces desviar la mirada hacia otro lugar para que el cruce de miradas no se convierta en molesto.
- Cuando haya una pausa haz preguntas sobre lo que la otra persona te está contando. Usa preguntas abiertas sobre todo que permitan que continúe la conversación ( lo que en inglés se llaman las 6 Ws Qué, Quién, Cómo, Cuando, Dónde, Por qué). Cada cierto tiempo haz una especie de resumen de lo que la otra persona dice. No es necesario que muestres tu acuerdo, sino simplemente que muestres que estás escuchando.
- Visualiza lo que la otra persona te esté diciendo. He experimentado con esto y me parece que hace el proceso de escuchar más intenso y a la vez al exigir más tiempo para procesar las palabras podrás evitar los espacios mentales que decíamos antes.
- Con toda la información obtenida intenta comprender lo que la otra persona desea. Este punto me parece clave. A veces la gente habla para desahogarse. No quieren que le des una solución concreta sino que les muestres tu apoyo. En otras ocasiones la persona en realidad lo que pretende es que le aconsejes o que le prestes una ayuda. Hay que distinguir esos casos y actuar en consecuencia.
Escuchar es un arte, un arte además muy complicado pero si lo dominas llegarás a ser muy apreciado como conversador, aún sin haber hablado apenas. Además quién sabe, igual hasta en alguna ocasión, puedas escuchar algo interesante.