¿Es bueno maldecir cuando nos hacemos daño?
De pequeño, como a casi todo el mundo, mis padres me reprendían cuando decía alguna palabra malsonante. "Esas cosas no se dicen", "no digas eso en esta casa" y frases así, de esas que dicen los padres, y que ahora nos tomamos a risa, pero que en su momento sonaban solemnes y amenazantes.
Y yo, que era ( en pasado) un buen chico, hablaba sin usar ninguna palabra mal vista. Pero si hay algo que me caracterice es que soy bastante de extremos, así que un día que no recuerdo, en mi adolescencia, me harté de hablar bien.
Desde entonces, aunque suelo hablar correctamente, en cuanto tengo oportunidad, deslizo un "coño", un "joder", un "me voy a cagar en .." o un "hijo de puta". Suena mal lo admito. Pero a veces necesito esas palabras para hacer entender mi estado mental. Porque como decía un profesor de literatura que aún recuerdo: "Los tacos [que es como se llama en España a las maldiciones] son un estado del alma".
Y quizá hay algún momento en que tiene sus ventajas hablar mal. Por ejemplo cuando nos hacemos daño.
¿Es bueno maldecir cuando nos hacemos daño?
Pues parece ser que sí. En un estudio de la revista NeuroReport, se midió cuánto tiempo podrían tener los sujetos del experimento sus manos sumergidas en agua fría. Para ello podían repetir una palabra malsonante de su elección o una palabra neutral. ¿El resultado? Al usar las palabras malsonantes el 67% de los alumnos manifestaron tener menos dolor. Además resistieron 40 segundos más.
Algunos científicos se están empezando a plantear que si siempre tendemos a maldecir cuando nos hacemos daño, será por algo. El psicólogo Richard Stephens de la Keele University de Inglaterra que dirigió el estudio dice que él aconsejaría maldecir cuando nos hacemos daño.
¿Por qué?
Parece que usar palabras malsonantes pone en funcionamiento las partes más primitivas del cerebro, concretamente la amígdala, que controla el efecto de "huir o luchar". Ese efecto nos hace sentir menos el dolor y nos acelera el pulso cardíaco, cosa que curiosamente también ocurre cuando usamos tacos.
Así que viendo todo esto solo me queda decir una cosa.
Joder... sí que es útil maldecir.