Alicia está hablando con el gato de Cheshire. El gato está leyendo una inmensa cantidad de mapas que tiene abiertos sobre la mesa. Alicia le mira sorprendida.
Alicia. “ Veo que tienes muchos mapas, de todos los tamaños y colores, abiertos, cerrados y enrrollados. ¿Para qué necesitas tantos mapas?”.
El gato de Cheshire. “los mapas son muy importantes. Te dicen dos cosas: una es muy importante y es donde está el lugar al que quieres llegar”.
Alicia.- “¿Y la otra cosa que te dicen cuál es?”.
El gato de Cheshire: “La otra es aún más importante. Es el lugar donde estás”.
“Alicia en otro país también de las maravillas”. Ivan Entusiasmado. Microliteratura.com
Avalancha de información
En el post del fantasma de la información infinita exponía las tres circunstancias que a mi juicio son las responsables de que exista un flujo incontrolado de información que nos satura. Me refería a 1) la fragmentación de la información en su origen, 2) el exceso de información y a 3) la falta de integración de la información recibida. Este punto es el que quiero tratar en este post.
La información nos viene de todos lados. Nos la encontramos al navegar en internet, al leer un libro, al contemplar nuestros actos y darnos cuenta de las cosas que no deberíamos haber hecho o de las que sí deberíamos haber hecho. A veces la recibimos con un leve “umm” como diciendo “vaya, eso puede ser interesante”. A veces la recibimos con una especie de “Eureka” porque sentimos que se trata de una epifanía, de una revelación tan grande que el considerarla puede cambiar toda nuestra vida.
Pero luego siguen viniendo ideas, y más ideas. Y la idea que quizá nos habría cambiado la vida queda sepultada en una montaña de ideas, durmiendo. Al cabo de un tiempo nos volvemos a encontrar por casualidad con la misma idea que habíamos conocido y como dos viejos amantes que se reconocen con la mirada, volvemos a sentir por esa idea una atracción irresistible. Hasta que volvemos a olvidarla. Y entonces sentimos que no crecemos, que damos vueltas en círculo, que ,como Sísifo hacía en el Hades, levantamos una piedra hasta la cima de una montaña para después dejarla caer.
¿De qué sirve el mapa del mundo?
Obviamente no estoy hablando del mapa de un territorio físico. Estoy hablando de un mapa de tu mundo interior, de tu forma de ver las cosas, de tus ideas y tus aprendizajes. Aquí no hay ríos, montañas y golfos, sino creencias, miedos y soluciones.
Se trata de encontrar una ubicación para cada idea que puedas encontrar en tu camino,. Sería lo ideal que desde el principio pudiéramos encontrar la ubicación perfecta, pero como es difícil que eso ocurra de una forma directa, puedes empezar con cualquier clase de organización. Ya después, poco a poco, las ideas acabarán reclamando el lugar oportuno.
Para mí, el mundo de las ideas de cada uno es como una construcción con piezas de Lego o un mecano. Toda pieza que no se queda unida a las demás se pierde fácilmente. Para que no se pierda es necesario primero saber dónde vamos a colocar la idea, y después ponerla allí. Y ponerla allí significa relacionarla con las demás ideas existentes, y ver todas las conexiones que puede tener con ellas. Así no solo será mucho más difícil olvidarla, sino que seremos capaz de ver facetas de ella que de otra manera no habríamos podido descubrir.
¿Cómo hacer tu propio mapa del mundo?
1) Haz un mapa mental de las ideas que se te ocurran. Ese mapa ha de referirse a todas las cosas que te importen. Lo puedes hacer en papel o con algún programa específico para ello. Uno de los mejores es Mindjet Manager aunque es de pago, pero también hay aplicaciones para Chrome que te permiten hacerlo online (busca mindmap en aplicaciones o extensiones de Chrome). También está el programa The Brain con una versión gratuita ( Este programa tiene la ventaja de que no necesitas hacer diversos mapas, porque integra muy bien la información, aunque tiene el inconveniente de que la forma de ver la información va cambiando lo cual puede resultar confuso).
2) En ese primer mapa habrá campos muy amplios que necesitarán otro mapa a su vez, y dentro de esos a su vez quizá otros. Lo importante es que en todo caso sepas siempre, dentro de que mapa de nivel superior se integra cada mapa.
3) Cada vez que descubras una idea que te resulte interesante, toma tus mapas y descubre qué lugar ha de ocupar esa nueva idea dentro de tus mapas mentales. Puede que tenga una integración en varios lugares, o que sólo la tenga en uno. Explora las posibles conexiones de esa idea con otras diferentes.
Cuando tengas a la vista, delante de ti, tu mapa del mundo sentirás que es más fácil saber dónde quieres ir y también saber donde estás.
Este artículo, bien asimilado e integrado en la práctica cotidiana tiene un potencial inmenso.
La idea clave en mi opinión:
[…]Para mí, el mundo de las ideas de cada uno es como una construcción con piezas de Lego o un mecano. Toda pieza que no se queda unida a las demás se pierde fácilmente. Para que no se pierda es necesario primero saber dónde vamos a colocar la idea, y después ponerla allí.
El conocimiento es una construcción. Y una construcción orgánica, no de una vez. Como bien dices, las ideas pueden tener varios lugares, pues pueden estar conectadas de muchas maneras con ideas preexistentes.
Tu recomendación clave:
[…]Cada vez que descubras una idea que te resulte interesante, toma tus mapas y descubre qué lugar ha de ocupar esa nueva idea dentro de tus mapas mentales.
Lo que dices es esencial.
También tendría cuidado de evitar el sesgo de confirmación, que hace que solo veamos las ideas que confirman o corroboran lo que ya creemos saber. Uniría a tu recomendación la precaución de también prestar atención a ideas que contradicen el conocimiento que creemos tener, para ver si puede encajar de alguna manera en el conocimiento preexistente, o si esas ideas nuevas-contradictorias obligan a actualizarlo.
Saludos.
PD: Los mapas mentales y dibujos explicativos que estás empezando a usar casi sistemáticamente me resultan muy informativos.
Gracias por tu comentario Homominimus. Tienes mucha razón en lo de las ideas contradictorias. Para ello es importante no sólo exponerse a ideas contrarias a las propias ( lo que he de admitir es complicado porque suscita un importante rechazo) sino además no desecharlas de inmediato sino ver cuales de ellas podrían integrarse en tus mapas mentales, o cuales de ellas podrían dar lugar a un punto de discusión.
El punto de discusión o cuestión de la que no estás seguro también podría dar lugar a una especie de * asterisco en el mapa que te hiciera buscar nuevas informaciones sobre la materia.
Un saludo.