En una ocasión hice una lista de la A a la Z de cosas que me gustaría estar haciendo constantemente. Always be … suelen decir los americanos. Uno de esos always be era el “Always be learning”, siempre estar aprendiendo.
Always be learning.
El exitoso empresario Paul Maeder afirma que una circunstancia común a todos los empresarios de gran éxito, es que constantemente siguen aprendiendo. Y yo creo que eso se podría decir de todas las personas con éxito en cualquier campo de la existencia.
Los sabios de la antigüedad eran aquellas personas que no se paraban cuando habían aprendido bastantes cosas sino que seguían haciéndose preguntas y buscando respuestas durante toda su vida. Eso es lo que hacían Sócrates, Arquímedes, Aristóteles. Y en tiempos más modernos, Newton, Einstein y muchos otros. El conocimiento producido por la humanidad en cualquier campo es, desde hace mucho tiempo, enorme. Además aún cuando alguien llegaba a conocer todo lo que se había sabido antes sobre un campo, seguía teniendo por delante un camino virgen e infinito de cosas que probar y experimentar.
Si eso ha sido así durante toda la historia, es mucho más importante en la actualidad. En esta época no puedes desayunar un solo día sin que tu campo de conocimiento haya crecido o se haya modificado de alguna manera. En un mundo en el que todo se desplaza y todo avanza, el que pretende quedarse parado se queda irremisiblemente atrás.
Cómo continuar aprendiendo siempre:
En mi opinión es esencial que seas tú el que va al conocimiento, y no el que espere que el conocimiento le llegue. Has de partir de la curiosidad y no del miedo al conocimiento nuevo.
Si tienes curiosidad, nunca dejarás de aprender. Pero no basta con tener curiosidad, has de tener la curiosidad correcta. Si tienes curiosidad por conocimientos banales aprenderás cosas banales. Si tienes curiosidad por cosas más importantes, aprenderás cosas más importantes.
Hay muchas fuentes de las que puedes aprender pero se pueden resumir en :
Aprender de la experiencia de los demás, comunicada en persona. Aquí entrarían casos como la imitación que hace un hijo de lo que ve en su padre, la imitación que hace el alumno del maestro. Últimamente está muy de moda hablar de “coaching” o de “mentoring”, aunque en realidad no hacen falta todos esos nuevos términos, que designan una realidad que ha existido siempre: el trabajo de un maestro que es capaz de observarte y decidir qué tienes que aprender y cómo puedes hacerlo.
Aprender de la experiencia de los demás comunicada a distancia. Puede ser un curso en vídeo, un libro, un podcast, el post de un blog, o cualquier otro medio parecido.
Aprender de tu propia experiencia y de la reflexión sobre ella.
Los modos de aprender no se excluyen los unos a los otros sino que se complementan. Sin embargo en el fondo todo aprendizaje que dure en el tiempo, todo aprendizaje que se mantenga es un aprendizaje de lo que hacemos. Aunque aprendamos de la experiencia de los demás, eso no será sino una manera de arrancar nuestra propia experiencia.
Si no dejas de aprender nunca, nunca dejarás de crear.
— Ivan Entusiasmado (@Entusiasmadocom) January 20, 2014
¿Qué aprender?
Nos podemos plantear si nos interesa aprender muy en profundidad de un solo tema o si nos interesa aprender de muchos temas a la vez. Quizá el esquema de aprendizaje más conveniente sea el aprendizaje en forma de T, que usa la empresa de diseño industrial IDEO para describir el tipo de persona que desean contratar. La parte vertical de la T representa la profundidad que hay que tener de conocimiento en la materia central. La barra horizontal en la parte de arriba de la T el conocimiento más superficial que conviene tener de otras materias. Ese conocimiento superficial es lo que le permite hacer conexiones entre la materia central y otras materias.
“El Aprendizaje empieza por A pero continúa con T”.
Un ejemplo interesante es el caso de Steve Jobs que después de dejar la universidad, seguía rondando por allí presenciando algunas clases. Una de ellas fue la clase de tipografía. Cuando años después Apple lanzó Macintosh, una de las novedades fue que ese ordenador tenía diversos tipos de fuentes. Un conocimiento que parecía sin conexión ninguna con el conocimiento central paso de pronto a tener esa conexión.
Cuantos más conocimientos complementarios tenemos más conexiones pueden surgir con el conocimiento central. Más lugar hay para la creatividad.
Con la finalidad de facilitar ese espíritu de Always be learning en la entrada de mañana recogeré muchos recursos online que hacen el aprendizaje más fácil.
Entonces, ¿podríamos llamarlo conocimiento adaptativo?, que sería el que nos llevaría a la maestría líquida de la que hablas en otro post?
Partimos de un conocimiento base que vamos complementando con otros diferentes y que una vez puestos en práctica nos llevan a crear diferentes habilidades.Si no he entendido mal la representación del dibujo 🙂
Eso es Isara. El dibujo es complicado lo admito, pero eso ya lo sabes jejeje.