La duda del gato: Curiosidad o miedo.

Puede que una de las maneras más elaboradas de pereza, sea la de pensar que eres un observador de la naturaleza animal y no un mísero zángano cuando estás mirando a tu gato. Pero en ocasiones resulta que el animal aporta alguna idea. Ya lo comenté en diez cosas que aprendí de mi gato.

Y la verdad es de agradecer, porque todos sabemos que un gato es un animal de compañía. Lo cual significa básicamente que no sirve para nada. Si pudiera recoger los platos se le llevaría “animal de carga” “animal de trabajo” o cualquier otra cosa que no sea  animal de compañía.

Pero en esta ocasión no se trata de algo que haya aprendido de ella ( es una gata ya sabéis).  Se trata más bien de algo que he pensado en ocasiones y que me ha venido a la mente viendo como la gata cazaba.

 

curiosidad o miedo
Curiosidad o miedo¿Quién ganará?

La curiosidad mató al gato.

Cómo he oído tantas veces esa frase, he desarrollado una doble respuesta.

La primera es una respuesta que escuche una vez: ” pero murió sabiendo”, dicho a ser posible con gesto interesante y prácticamente un guiño.

La segunda es de cosecha propia, y la digo ” a mayor abundamiento”, como una forma de overkill, de asegurarme de que la otra persona se quede callada sin nada que responder, desconcertada.  Digo ” además, si no tuviera curiosidad no sería un gato”.

Y la otra persona se calla sistemáticamente. No tanto porque piense que yo tengo razón, sino por pensar que si soy capaz de dar unas respuestas tan excesivas para un simple comentario, cualquier resistencia sólo llevará a otra respuesta más. Supongo que es pereza.

Las dos tendencias del gato.

Mi gata no caza moscas, a diferencia del gato de @alitadepollo.  Si lo hiciera dejaría de ser un “animal de compañía” y pasaría a ser “un animal de caza” o como mínimo de “caza-compañía”.

Sin embargo sí que he visto a mi gato acercarse poco a poco a un pequeño animal, casi en cámara lenta, casi como si estuviera sonando la famosa música de la “pantera rosa”. Hay en en el gato dos fuerzas:

Una fuerza que le impulsa hacia delante: la curiosidad.

Una fuerza que le impulsa hacia detrás: el miedo. 

Cómo el gato quiere saber qué bicho es, y si lo puede comer, se acerca a él. Pero como no quiere que por alguna circunstancia el bicho le ataque, el gato adelanta solo una pezuña, y hace un movimiento lateral rápido, como un golpecito, destinado a saber si el animal reacciona o no reacciona.  Si el animal se mueve, el gato da un rápido salto hacia detrás. Si el animal no se mueve el gato se acerca muy lentamente.

Dos gatos extremos.

Vamos a imaginar dos gatos muy extremos, nada partidarios de las soluciones intermedias.

Un gato al que llamaremos Curioso. Curioso no tiene miedo de nada. Es un gato valiente. Cuando ve cualquier animal no se lo piensa y se lanza. La vida de Curioso es gloriosa, atrae a las gatas, y los otros gatos le rinden pleitesía. Eso sí, muere joven, un día en que se encuentra con una serpiente y se acerca demasiado.

Otro gato tiene el temperamento contrario. Se llama Miedoso. Miedoso es capaz de recorrerse toda una calle para huir de un sonido un poco más alto de lo normal. A miedoso no lo mata una serpiente. Pero un día unos niños se lo encuentran tirado en la calle. No lo saben, pero miedoso llevaba semanas sin comer. No se atrevía a acercarse a ningún animal.

De gatos y hombres.

¿De verdad crees que todo este post trata de los gatos?.

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8 comentarios en «La duda del gato: Curiosidad o miedo.»

  1. Yo tengo a Curioso (así es como se perdió de muy pequeño y casi muere atropellado y enfermo) y a un tercer tipo de gato, que también los hay: Pasodetodo. A Pasodetodo le pasan los bichos por encima y ni se molesta en mirarles. Le abandonaron en la calle en plena adultez, pero casi muere porque no se acercaba a los bichos: está acostumbrado a que le sirvan en el plato y no sabe lo que es cazar (aparte de que jamás lo haría, con lo blanco que es, porque estropearía su pelaje). Su único interés es mantener su pelaje inmaculado y recibir elogios por su belleza. Y descansar, bellamente colocado en posturas elegantes.

    Ya no sé de qué especie hablaba.

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    • Entonces mi gata también es la princesita pasodetodo. Deseosa de mantener su color inmaculado salvo cuando coge un trozo de tierra, y se gira y gira hasta convertirse en la gatita marrón. Eso sí, luego se lame hasta quedar impoluta.

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  2. Me siento halagado ante la mención, aunque sea para hablar de uno de mis gatos, en vez de mí. Lo curioso de mis dos gatos es que son totalmente antagónicos, son todo un ejemplo de los tipos de gatos que hay.

    Nico, el cazamoscas, es travieso, no para de jugar, maullar y corretear por allí, se deja coger, no mueve ni un músculo cuando está en el veterinario, le encanta sentarse en tu regazo y ronronear…Por otra parte, es extremadamente asustadizo, se esconde ante cualquier sonido o presencia extraña (humanos desconocidos sobre todo) y es tirando a torpe, es de los que se sube a una mesa y sin darse cuenta lo tira todo.

    El otro, Maxi, es bastante tranquilo, aunque tenga sus ratos de jugar. No para de quejarse si le coges, sólo quiere que le toques cuando el quiere…es un auténtico señor gato, una deidad a la que estamos para servirle. Tiene carácter y no le pasa ni una a Nico, que además es más grande que el. Y además de todo esto, es todo un embajador con las visitas de desconocidos (sale a frotarse por las piernas de los nuevos, se deja acariciar…). Eso si, en el veterinario, la lia que no veas, araña y muerde como si le fueran a matar ahi mismo.

    Dan para una entrada larga los dos

    Tengo que decir, sobre la parte metafórica del texto, que siento que cada vez soy más gato Curioso que Miedoso, y creo que en general es mejor y más satisfactorio tender hacia la curiosidad que hacia el miedo. Sin descuidar por supuesto el miedo que puede suponer el último paracaídas que te salve de la catástrofe. Aun asi, la Curiosidad es el remolque necesario para crecer como persona.

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    • Sí, en gran medida, yo considero que es mejor ser 75% curioso 25% miedoso, o una proporción parecida. Sobre todo en esta época moderna en que los peligros reales no son tantos. Ah y no te pongas celoso de tus gatos jajaja. La mención no era a tu gato sino a la referencia que tú hacías de tu gato.

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  3. Tanto el miedo como la curiosidad te puenden matar,pero ¿quién vive mejor?
    El miedo en realidad lo que tiene es envidia de la curiosidad e intenta frenarle en sus conquistas para no sentir remordimiento por lo que ella si pudiera conseguir y él no.

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    • Es mejor morir de curiosidad que de miedo yo también lo creo. Y también estoy de acuerdo en lo de la envidia. Creo que una gran parte de las críticas que se hacen a los demás están basadas en la envidia.

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  4. Todos somos gatos observadores, el problema es que las personas tienen miedo a saber, y el miedo a saber es como el miedo a curiosear, ¿y que miedo hay de curiosear?, que ocurra algo todo es posible. Las personas que buscan mas alla de la curiosiedad pueden comprender mas a las necesidades que les faltan.

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  5. Hola a todos, mi opinión es que un gato por naturaleza es curioso elevado a infinito, he convivido con tres con personalidades diferentes, primero llegó uno y donde caben dos caben tres, el caso es que los dos últimos que fueron abandonados llegaron con miedo hacia las personas pero ese trauma lo superaron al cabo del tiempo, se volvieron sociables y cariñosos, y observándolos su reacción al miedo o a la curiosidad se refleja totalmente en su cuerpo, ya pueden estar durmiendo en fase rem que a la menor vibración están allí y sin embargo todavía me acuerdo cuando mi gato “muñekito” se metió solo en el ascensor y al abrirse le apareció un rotweiler, menos mal que iba el dueño, lo rescaté todo erizado con el corazón a 1000 por hora y que no sabía donde meterse, uffff . También es curioso observar que cuando se asusta uno van en cadena, me lo tengo pasado pipa. Aplicado a las personas pienso que es mejor ser curioso y no tener miedo, es más, aquella gente miedosa debería de intentar superar esos miedos porque son obstáculos que no te dejan avanzar y te llegan a causar frustación e infelicidad.

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