¿Cómo actuar cuando tu pareja y tú veis las cosas de manera muy diferente?

Algunas parejas tienen formas de pensar muy parecidas, otras tienen visiones del mundo muy diferentes.

Eso no es bueno ni malo, o mejor dicho puede ser bueno o malo, depende de cómo se gestione. Lo que sí está claro es que plantea unos problemas que hay que tratar de resolver para evitar que las discusiones sean frecuentes y destructivas.

Pero ¿cómo hacerlo?

Puedes intentar hacerlo considerando los siguientes puntos.

1. Tu visión de la realidad no es la realidad

La realidad puede que sea solo una ( ni siquiera eso es del todo seguro)  pero las visiones de la realidad pueden ser muy distintas. 

Tú y yo podemos ver un 4×4 igual, pero quizá a mí me parece una maravilla de la técnica y a ti una forma de aumentar la contaminación del medio ambiente.

Tu visión de la realidad no es la realidad. Tu visión de la realidad es solo tu mapa de la realidad y el mapa no es el territorio. 

 

2. Todas las visiones de la realidad son importantes

Estoy seguro de que tú crees que tu visión de la realidad es la cierta. Tú crees que tu mapa es el que mejor refleja el territorio.

Pero la visión de la realidad de la otra persona merece respeto. Es difícil saber si es más o menos cierta que tu visión de la realidad, pero en todo caso es importante. Es muy importante porque es la base del pensamiento del otro.

3. Trata de comprender bien la visión de la realidad del otro

Eso significa que no debes hablar de tu manera de ver las cosas como si fuera la única posible y que tienes que poner todo tu esfuerzo intelectual y emocional en comprender y sentir la forma de ver el mundo del otro.

Obviamente no tienes que estar de acuerdo con esa visión del mundo, pero sí debes evitar los prejuicios y escuchar sin condenar de antemano.

4. Busca puntos en los que podáis estar de acuerdo

Por alejadas que sean las visiones del mundo, siempre hay puntos en común. Desenterrar esos puntos comunes favorece el diálogo, aumenta la cercanía y sirve de base para llegar a acuerdos posteriores.

5. Estudia , entre los dos,  las maneras en que las conversaciones se convierten en discusiones

En toda pareja siempre hay conductas o expresiones que llevan a la lucha y al desastre. Corresponde a los dos examinar con detalle los “caminos de la perdición”.

A veces esos caminos de la perdición son actos ( p ej. cuando tú hablas de manera condescendiente tu pareja se molesta) , otras veces son palabras ( p ej. te irritas cada vez que tu pareja usa la palabra hipócrita)

Es mucho mejor si ese estudio se hace por las dos partes como un trabajo objetivo. Al hacerlo es esencial no condenar ninguna de las conductas sino verlas como algo que no funciona y que hay que reparar juntos.

6. Acordar medidas concretas para evitar las discusiones

Después de ese estudio, hay que adoptar medidas concretas que esquiven los principales caminos de la perdición.

Una lista   por ejemplo podría ser esta:

  • Cuando se acuerde hablar de algo, no hay que desviar la discusión del tema principal.
  • Cualquier descalificación del otro es inaceptable.
  • Evitar el uso de las palabras “mentira”y “estupidez”.
  • Todo sentimiento de uno de los dos es importante y un problema de ambos, lo cual no significa que el sentimiento haya de coincidir necesariamente con la realidad.

7. Al conversar, vigila tu lenguaje y los sentimientos del otro

Todas las medidas previas tienen que complementarse con una gestión atenta de las conversaciones. Hay que cuidar el lenguaje porque puede hacer mucho daño y generar conflicto. Y hay que estar muy atento a cómo afecta el desarrollo de la conversación a las emociones del otro. 

A la vez hay que hacer un esfuerzo por no dejarse llevar por emociones negativas cuando la otra parte de forma inadvertida use el lenguaje de manera torpe o no sea demasiado consciente de tus emociones. Ninguna conversación es perfecta y esperar la perfección solo puede llevar a la frustración.

Evidentemente todo esto es complicado, especialmente cuando la conversación no es en persona sino a través del teléfono o de alguna aplicación, pero como siempre, la práctica mejora las cosas.

Superar las discusiones y convivir con una persona que tiene una visión de la realidad distinta es un reto. No es fácil, pero con esfuerzo es posible superar las diferencias.

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