Cómo aprender a decir que no

https://youtu.be/w7xRgMS-8es

A nadie le gusta escuchar un no. El “no” se experimenta como un rechazo y el rechazo produce efectos semejantes al daño físico.

Y seamos realistas, a nadie le gusta tener que decir que no.

Sin embargo decir que no es imprescindible, porque si no dices que no:

  • no vas a tener tiempo para nada.
  • vas a ser llevado siempre por los deseos y prioridades de otra persona
  • vas a malcriar a tus hijos
  • pasarás mucho tiempo haciendo cosas que no quieres hacer.

¿Cómo hacer entonces?

Tienes que usar alguna de las formas creativas del no que dice Judd Antin en su artículo Cómo decir que no ( How to Say No)

No positivo

Es no positivo es cuando estamos diciendo que no a la petición superficial pero estamos diciendo que sí a la necesidad básica que está por debajo de esa petición.

Por ejemplo si un niño nos pide un caramelo y le decimos que no le vamos a dar el caramelo pero sin embargo decimos que entendemos que tiene hambre y que le vamos a comprar un bocadillo.

 

No material

Es cuando decimos que sí pero que para poder hacer eso vamos a necesitar unos determinados medios que no tenemos actualmente.

Eso que necesitas puede depender de la otra persona o puede ser algo que no dependa de ella.

Puede ser por ejemplo que alguien te pida recoger una cosa y tú le digas vale pero necesito que me dejes tu coche para poder hacerlo.

O puede ser que alguien quiera que le ayudes con un proyecto pero le dirás qué necesitas primero esperar a ver que una prueba que tienes sale bien.

Y por último el

No de Prioridad

Es cuando una persona te pide algo y tú lo aceptas pero a cambio le dices que tiene que renunciar a otra cosa.

Por ejemplo tu hijo te pide ir a Disneylandia y tú le dices que vale pero que entonces no podréis ir a pasar una semana en la playa.

O tu novia te pide que vayáis a un restaurante japonés que le gusta mucho y tú le dices que sí pero entonces no dará tiempo a ir antes por la tarde a un musical que ella quería ver.

El no simplemente no

A veces no hay sin embargo más remedio que decir que no.

Porque :

  • la otra persona es demasiado insistente.
  • no se te ocurre una manera de usar los otros nos.
  • es una decisión que tienes clara como el agua y no quieres aceptar compromisos.
  • es una persona a la que no soportas.

Cuando tienes que decir no claramente y rotundamente, tienes que:

  1. Saber que eso puede tener un coste.
  2. Si decides que el coste merece la pena, hacerlo sin ningún tipo de remordimiento. Todos decimos a veces que no, y a todos nos dicen que no. Es la vida. Tú vas a tener que aceptarlo y otros lo van a tener que aceptar también.
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