Quieras ser lo que quieras ser, hay siempre un mejor camino para conseguir tus objetivos.
- Adquirir todo el conocimiento posible sobre las personas o circunstancias que pueden concederte el éxito que buscas. Si eres un vendedor, tendrás que informarte sobre tus posibles compradores y sobre tu producto. Si eres un bailarín, sobre cómo bailar y los bailes más valorados.
- Destila ese conocimiento en unas cuantas verdades inmutables. No basta con el conocimiento. No puedes actuar solamente por el conocimiento, es demasiado abstracto. Lo que tienes que hacer es condensar ese conocimiento en unos cuantos principios sólidos y claros.
- Recoge esas verdades en un sistema coherente. Una buena manera de probar que tienes claras esas verdades, es recogerlas en una hoja o un documento. Si no eres capaz de escribirlas, ¿cómo vas a ser capaz de aplicarlas?
- Aplica tu sistema con disciplina y constancia. Tu preocupación no debe ser inicialmente si tienes éxito en un momento concreto o no, sino si has seguido tu sistema. Tienes que tener fe en tu sistema y dominar las emociones negativas como el miedo o la pereza que te hagan abandonarlo. Tener un sistema sólido implica que en cada paso que das, puedas decir por qué lo estás haciendo y qué principios estás aplicando.
- Revisa tu sistema cuando creas que puedes mejorarlo. Es esencial distinguir la disciplina y la mejora. Cuando cambias lo que haces en el momento, estás siendo indisciplinado. Cuando cambias lo que quieres hacer para el futuro estás revisando tu sistema.