He de confesar que , de todas las ramas de la psicología, la que más me atrae es la psicología evolutiva. Esta es la rama que trata de explicar el comportamiento humano desde el punto de vista de la evolución. Y es que ,si bien ya sólo un par de integristas religiosos de algún pueblo del Medio Oeste profundo americano son capaces de discutir la teoría de la evolución, muchas veces no se utiliza para obtener todas sus consecuencias lógicas.
¿Qué es la evolución?: Aptitud de inclusión.
Lo primero para aproximarnos a la psicología evolutiva es revisar nuestra idea de evolución. En el colegio me enseñaron que la evolución era la supervivencia de los más aptos. Sin embargo afinando más el concepto de la evolución, parece que lo esencial no es la supervivencia del individuo, sino la perpetuación de los genes.
Por tanto si ese es el principio, el criterio para determinar si un rasgo se perpetuará en generaciones venideras no es su contribución mayor o menor a la supervivencia del individuo, sino el hecho de que produzca más beneficios que perjuicios para la perpetuación de los genes.
Se trata de lo que se llama en inglés la “inclusion fitness”, la aptitud para conseguir que los genes propios estén representados en el futuro. Y esa aptitud de inclusión no sólo se refiere a nuestra capacidad de reproducción sino que dado que compartimos genes con nuestros familiares ( 50% por ejemplo con un hijo) las posibilidades de reproducción de nuestros parientes más cercanos también es importante.
Eso explica porque un padre es capaz de sacrificar su vida por un hijo. Algo que no se explicaría con la mera consideración de la lucha por la supervivencia de los más aptos.
El lado oscuro de la evolución.
Casi todos los comportamientos ( y puede que todos en un futuro) se pueden explicar ya desde un punto de vista de la psicología evolutiva. Tanto los comportamientos que nos gustan como los que no nos gustan.
Es importante que quede claro que yo no estoy defendiendo que debamos seguir como sagrados los principios de la evolución. Creo que en muchos puntos seguirlos es profundamente negativo. Y en muchas cosas hemos de rebelarnos contra ellos. Pero rebelarnos contra ellos no significa desconocerlos , ni negar su influencia.
Todos los animales buscan lo mismo. La perpetuación de sus genes. Nosotros somos el único animal capaz de rebelarse contra ello. Los primeros capaces de establecer unas metas distintas de las que tenía determinadas para nosotros la evolución. Casi todo este blog se refiere al intento de conseguir nuestros propios fines, conociendo y forzando en ocasiones, las estructuras que la evolución ha implantado en nosotros.
Nosotros tenemos la elección. Pero antes de elegir es fundamental ser capaces de aceptar la realidad y tenerla en cuenta.